martes, 10 de octubre de 2017

¿Qué es el Gnosticismo?

El gnosticismo es una doctrina filosófico-religiosa desarrollada en los primeros siglos de la era cristiana, especialmente en la parte de Alejandría y el próximo oriente. Su término procede de la palabra griega gnosis, que significa conocimiento. Para ellos, el mundo es fruto de un conocimiento oculto que solo algunos llegan a obtener, por eso la salvación procederá del solo conocimiento (gnosis) de la verdad. Esta doctrina, y el movimiento espiritual que lo engloba, darán pie a una herejía muy importante en la Iglesia durante los primeros siglos de expansión del cristianismo (S. I-III). Siendo de especial atención su culmen filosófico y de máxima difusión en el S.II d.c.
Su doctrina filosófica se podría resumir en una visión muy negativa del mundo y la materia. Para ellos, toda la materia es algo negativo que resulta de la corrupción cósmica, en la cual una especie de demonio (archon), que identificaron en un principio con el Dios del Antiguo Testamento (Yahvé), se rebela contra el pleroma celestial (el mundo espiritual).  En este proceso de rebelión, algunas chispas de la divinidad se desprendieron del pleroma alojándose en los cuerpos materiales humanos. Jesús, para ellos es otro archon (Logos) de alto rango, enviado a restaurar aquellas almas que contenían chispas de la divinidad al pleroma, e impartió un conocimiento esotérico (gnosis) con ese propósito.
Para los Gnósticos es fundamental identificar los dos tipos de conocimientos que identifican y separan para poder desarrollar su teoría del conocimiento salvífico:
Ø     Existen unos conocimientos esotéricos (ocultos) que han sido revelados tan solo a unos pocos escogidos, y privilegiados por la divinidad. Este conocimiento los transforma en hombres espirituales que obtendrían la salvación gracias a este conocimiento. Además pueden transmitir su conocimiento salvífico a otras personas. Identificaban como hombres espirituales en la Sagrada Escritura a María Magdalena o Judas Iscariote.
Ø     Por otro lado está el conocimiento exotérico (Público y abierto). Este conocimiento va dirigido a todos los demás hombres, y sobretodo a los cristianos. Los hombres que obtenían este conocimiento, no se salvaban, sino que estaban destinados a la destrucción. Es el conocimiento propio de los seres materiales.
Debido a estos dos tipos de conocimientos podemos observar como desechaban la materia como algo negativo, y que se destinaba a la destrucción. Se apoyaban en la creencia de que por naturaleza, por concepción, había un orden espiritual destinado a ser salvo y el orden material destinado a un fin destructivo, del cual había que huir y desecharlo por su degradación.
El gnosticismo influyó y desafió la ortodoxia de la Iglesia desde dentro y desde fuera. Las sectas gnósticas no cristianas rivalizaron con la cristiandad, mientras que los gnósticos cristianos desafiaron a la ortodoxia haciendo hincapié en la salvación a través del conocimiento más que por medio de la fe. De hecho una de las piedras de choque con las que se encontró la Iglesia con la secta cristiana de los gnósticos fue la relativa a la resurrección de la carne.
Para ellos la doctrina de la resurrección era contraria a la resurrección de la carne, como se entiende en la Teología cristiana. Para ellos la resurrección se producirá cuando los hombres espirituales alcancen el conocimiento esotérico, que está oculto. Cuando la partícula oculta que se desprendió del archón (Jesús) y que habita en cada hombre sea liberada por fin de la cárcel que supone el cuerpo, aquí se observa una fuerte influencia platónica.
Pero aunque he esbozado aquí unas líneas generales del movimiento y sus doctrinas generales, cabe señalar que la mayoría de lo que se sabe de este movimiento es por fuente indirecta. Es decir, se sacan estas conclusiones de los escritos de los Santos Padres que en los primeros siglos las combatieron y discutieron. De hecho el descubrimiento más importante, para la investigación del gnosticismo, se producirá en 1945 en Egipto. En el desierto de Nag Hammadi se encontraron una serie de documentos gnósticos que arrojaron más luz sobre esta doctrina que la contenida en los escritos cristianos. Asi como también se alcanzó la conclusión de que el gnosticismo no era un movimiento uniforme y concreto, con unas ideas cerradas y bien estructuradas, sino que dentro de estas ideas había muchos autores divergentes y las conclusiones no siempre eran compartidas por todos los autores. De hecho no eran muchos los que se identificaban con doctrinas cristianas. Era más un movimiento filosófico que inmenso dentro del cristianismo naciente.
Aunque algunos teólogos como Clemente de Alejandría (150-215/7) y, su discípulo, Orígenes (185-254) bebieron de fuentes gnósticas para la elaboración de sus escritos. De hecho algunos gnósticos se convertirían al cristianismo y hubo que perfilar su corriente de pensamiento para evitar la propagación de la secta en el seno de la Iglesia. Orígenes sostuvo, por influencia gnóstica, la existencia de dos vías hacia la salvación, la vía de la fe, apta para los cristianos normales, y la vía del conocimiento místico o esotérico, apta para los filósofos.
También cabe señalar como gnósticos importantes a Valentín de Alejandría (S. II), el cual llevó hasta Roma la doctrina gnóstica que se desarrollaba en oriente próximo. También destacan Pablo de Samosata (200-272) o Carpócrates (S. II). Este último desarrolló una teoría sobre la libertad moral de los que eran hombres espirituales, y por tanto perfectos, los cuales carecían de obligación de cumplimiento de normas morales.
Todas estas ideas gnósticas que iban permeando en las creencias cristianas, basadas en las enseñanzas de Jesús, fueron vistas como un peligro grave para la fe. Por eso el obispo Ireneo de Lyon (130-202) las declaró heréticas en el año 180. La Iglesia apoyaría esta condena de las mismas apoyándose en la experiencia del obispo de Lyon, y terminará propagando su doctrina contraria a los principios gnósticos que al final reducen la función redentora de Cristo y solo se salva el hombre por el mero conocimiento. Igualando al buen cristiano con el filósofo.
Pero a pesar de la condena y definición de Ireneo de Lyon, el gnosticismo influyó profundamente en la Iglesia de los primeros tiempos obligándola a definir una Escritura canónica, para evitar la propagación de escritos apócrifos que buscaban encumbrar como evangelios válidos a escritos gnósticos como el Evangelio de Judas, el de la Verdad o el de María Magdalena;  también hubo que desarrollar un conjunto de credos y una organización episcopal, que dieran coherencia y vigilancia a la fe, evitando la herejía gnóstica. Siendo por tanto una herejía que sirvió para que se desarrollara el dogma cristiano en los primeros siglos protegiéndose de su área de influencia.


Bibliografía consultada:
·        AUDI, R. Diccionario Akal de Filosofía. Madrid, 2004
·        GARCÍA, F. La Gnosis eterna. Antología de textos gnósticos griegos, latinos y coptos. Madrid, 2003

·        MONTSERRAT, J. Los gnósticos. Madrid, 1990

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