El gnosticismo es una doctrina
filosófico-religiosa desarrollada en los primeros siglos de la era cristiana,
especialmente en la parte de Alejandría y el próximo oriente. Su término
procede de la palabra griega gnosis, que significa conocimiento. Para ellos, el
mundo es fruto de un conocimiento oculto que solo algunos llegan a obtener, por
eso la salvación procederá del solo conocimiento (gnosis) de la verdad. Esta
doctrina, y el movimiento espiritual que lo engloba, darán pie a una herejía
muy importante en la Iglesia durante los primeros siglos de expansión del
cristianismo (S. I-III). Siendo de especial atención su culmen filosófico y de
máxima difusión en el S.II d.c.
Su doctrina filosófica se podría resumir en una
visión muy negativa del mundo y la materia. Para ellos, toda la materia es algo
negativo que resulta de la corrupción cósmica, en la cual una especie de
demonio (archon), que identificaron en un principio con el Dios del Antiguo Testamento
(Yahvé), se rebela contra el pleroma celestial (el mundo espiritual). En este proceso de rebelión, algunas chispas
de la divinidad se desprendieron del pleroma alojándose en los cuerpos
materiales humanos. Jesús, para ellos es otro archon (Logos) de alto rango,
enviado a restaurar aquellas almas que contenían chispas de la divinidad al
pleroma, e impartió un conocimiento esotérico (gnosis) con ese propósito.
Para los Gnósticos es fundamental identificar
los dos tipos de conocimientos que identifican y separan para poder desarrollar
su teoría del conocimiento salvífico:
Ø
Existen unos
conocimientos esotéricos (ocultos) que han sido revelados tan solo a unos pocos
escogidos, y privilegiados por la divinidad. Este conocimiento los transforma
en hombres espirituales que obtendrían la salvación gracias a este
conocimiento. Además pueden transmitir su conocimiento salvífico a otras
personas. Identificaban como hombres espirituales en la Sagrada Escritura a
María Magdalena o Judas Iscariote.
Ø
Por otro lado está el
conocimiento exotérico (Público y abierto). Este conocimiento va dirigido a
todos los demás hombres, y sobretodo a los cristianos. Los hombres que obtenían
este conocimiento, no se salvaban, sino que estaban destinados a la destrucción.
Es el conocimiento propio de los seres materiales.
Debido a estos dos tipos de conocimientos
podemos observar como desechaban la materia como algo negativo, y que se
destinaba a la destrucción. Se apoyaban en la creencia de que por naturaleza, por
concepción, había un orden espiritual destinado a ser salvo y el orden material
destinado a un fin destructivo, del cual había que huir y desecharlo por su
degradación.
El gnosticismo influyó y desafió la ortodoxia
de la Iglesia desde dentro y desde fuera. Las sectas gnósticas no cristianas
rivalizaron con la cristiandad, mientras que los gnósticos cristianos
desafiaron a la ortodoxia haciendo hincapié en la salvación a través del
conocimiento más que por medio de la fe. De hecho una de las piedras de choque
con las que se encontró la Iglesia con la secta cristiana de los gnósticos fue
la relativa a la resurrección de la carne.
Para ellos la doctrina de la resurrección era
contraria a la resurrección de la carne, como se entiende en la Teología
cristiana. Para ellos la resurrección se producirá cuando los hombres
espirituales alcancen el conocimiento esotérico, que está oculto. Cuando la
partícula oculta que se desprendió del archón (Jesús) y que habita en cada
hombre sea liberada por fin de la cárcel que supone el cuerpo, aquí se observa
una fuerte influencia platónica.
Pero aunque he esbozado aquí unas líneas
generales del movimiento y sus doctrinas generales, cabe señalar que la mayoría
de lo que se sabe de este movimiento es por fuente indirecta. Es decir, se
sacan estas conclusiones de los escritos de los Santos Padres que en los
primeros siglos las combatieron y discutieron. De hecho el descubrimiento más
importante, para la investigación del gnosticismo, se producirá en 1945 en
Egipto. En el desierto de Nag Hammadi se encontraron una serie de documentos
gnósticos que arrojaron más luz sobre esta doctrina que la contenida en los
escritos cristianos. Asi como también se alcanzó la conclusión de que el
gnosticismo no era un movimiento uniforme y concreto, con unas ideas cerradas y
bien estructuradas, sino que dentro de estas ideas había muchos autores
divergentes y las conclusiones no siempre eran compartidas por todos los autores.
De hecho no eran muchos los que se identificaban con doctrinas cristianas. Era más
un movimiento filosófico que inmenso dentro del cristianismo naciente.
Aunque algunos teólogos como Clemente de
Alejandría (150-215/7) y, su discípulo, Orígenes (185-254) bebieron de fuentes
gnósticas para la elaboración de sus escritos. De hecho algunos gnósticos se
convertirían al cristianismo y hubo que perfilar su corriente de pensamiento
para evitar la propagación de la secta en el seno de la Iglesia. Orígenes sostuvo,
por influencia gnóstica, la existencia de dos vías hacia la salvación, la vía
de la fe, apta para los cristianos normales, y la vía del conocimiento místico
o esotérico, apta para los filósofos.
También cabe señalar como gnósticos importantes
a Valentín de Alejandría (S. II), el cual llevó hasta Roma la doctrina gnóstica
que se desarrollaba en oriente próximo. También destacan Pablo de Samosata
(200-272) o Carpócrates (S. II). Este último desarrolló una teoría sobre la
libertad moral de los que eran hombres espirituales, y por tanto perfectos, los
cuales carecían de obligación de cumplimiento de normas morales.
Todas estas ideas gnósticas que iban permeando
en las creencias cristianas, basadas en las enseñanzas de Jesús, fueron vistas
como un peligro grave para la fe. Por eso el obispo Ireneo de Lyon (130-202)
las declaró heréticas en el año 180. La Iglesia apoyaría esta condena de las
mismas apoyándose en la experiencia del obispo de Lyon, y terminará propagando
su doctrina contraria a los principios gnósticos que al final reducen la
función redentora de Cristo y solo se salva el hombre por el mero conocimiento.
Igualando al buen cristiano con el filósofo.
Pero a pesar de la condena y definición de
Ireneo de Lyon, el gnosticismo influyó profundamente en la Iglesia de los
primeros tiempos obligándola a definir una Escritura canónica, para evitar la
propagación de escritos apócrifos que buscaban encumbrar como evangelios
válidos a escritos gnósticos como el Evangelio de Judas, el de la Verdad o el
de María Magdalena; también hubo que
desarrollar un conjunto de credos y una organización episcopal, que dieran
coherencia y vigilancia a la fe, evitando la herejía gnóstica. Siendo por tanto
una herejía que sirvió para que se desarrollara el dogma cristiano en los
primeros siglos protegiéndose de su área de influencia.
Bibliografía
consultada:
·
AUDI, R. Diccionario
Akal de Filosofía. Madrid, 2004
·
GARCÍA, F. La
Gnosis eterna. Antología de textos gnósticos griegos, latinos y coptos. Madrid,
2003
·
MONTSERRAT, J. Los gnósticos. Madrid, 1990
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