Esta año se conmemoran los 500 años de la publicación de las 95 Tesis de Lutero por las que se podría decir que comienza la fundación de la reforma protestante, que culminaría con uno de los cismas más extendido y controvertido de la Iglesia Católica. Por medio de este artículo, pretendo acercar un poco al lector a la persona y obras más importantes del monje agustino, Martín Lutero.
Martín Lutero (1483-1546), reformador religioso alemán,
considerado como el impulsor máximo de la Reforma protestante. Era natural de la
región de Sajonia, Lutero fue un monje agustino y un teólogo formado en las
doctrinas nominalistas (Ockham, Biel, Staupitz) y en las lenguas bíblicas. Comenzó
enseñando Filosofía y textos sagrados en la Universidad de Wittenberg. Su obra
como reformador empieza con su acto de denuncia pública, conocida como las 95
tesis, en 1517. Posteriormente redactó tres opúsculos de denuncia: De
captivitate babylonica ecclesiae, De libertate christiana y A la nobleza de la
nación alemana, las tres en 1520. Tras estas obras será excomulgado, pero
seguirá impulsando sus ideas y proyectos de reforma de la Iglesia con obras
como de los votos monásticos, que también se comentarán en este escrito. Aunque
su mayor logro será la traducción de la Biblia al alemán entre 1534 y 1545).
Gracias a esto dio forma y unificó la lengua alemana. Además apoyándose en la
fuerza de una teología antifilosófica y cristocéntrica, proclamó el sacerdocio
de todos los creyentes. Expuso una teología de la cruz, reformó la liturgia,
reconoció tan sólo dos sacramentos procedentes de Cristo (el bautismo y la
eucaristía), defendió la consubstanciación en lugar de la transubstanciación y
estableció la doctrina de los dos reinos en lo relativo a las relaciones
Iglesia-Estado haciendo prevaler.
A continuación se hará un breve comentario de las
principales obras de Lutero:
Las 95 tesis (1517): Es el nombre popular que se les ha
venido a dar a las “Disputatio pro declaratione virtutis indulgentiarum” que en 1517 escribiera Martin Lutero.
Se las considera el documento central de la Reforma protestante. Su título
completo al castellano sería: «Por amor y celo por aclarar la verdad, estos
artículos escritos a continuación se debatirán en Wittenberg. El reverendo
padre Martín Lutero, maestro de artes y de teología sagrada, y profesor oficial
en Wittenberg, hablará en su defensa. En el asunto solicita: Que aquellos que
no puedan estar presentes para debatir con nosotros en discurso, aunque estén
ausentes de la escena, traten el tema por correspondencia. En el nombre de
Nuestro Señor Jesucristo. Amén». El documento pasa a enumerar 95 abusos que
cometían por aquel entonces el clero, sobre todo en relación con la venta de
indulgencias (pago de remisión de las penas de los pecados terrenales. La
intención de Lutero era utilizar las 95 tesis como base para un debate
académico, pero su acusación de las prácticas de la iglesia se extendió
rápidamente, gracias al entonces nuevo avance de la imprenta. Por esta causa a
finales de 1517, se habían publicado tres ediciones de las tesis en Alemania,
en Leipzig, Nuremberg y Basilea, por impresores que no proporcionaron sus
nombres. Se estima que cada una de esas primeras ediciones tenía alrededor de
300 copias, de las cuales muy pocas sobrevivieron a la posterior persecución y
condena de las mismas. Estas ideas hacen que se empiece a valorar el nombre de
Martin Lutero y se propaguen sus condenas de los desfases públicos de la
Iglesia, especialmente la jerárquica.
A la nobleza cristiana de la nación alemana (1520): El primero
de los escritos de Lutero surgido en el verano de 1520 fue este manifiesto
titulado: “Una carta abierta a la nobleza cristiana de la nación alemana
referente a la reforma del estado cristiano”. Se trataba de un llamamiento a
los dirigentes de Alemania, al emperador Carlos V, a los príncipes y a los
caballeros, y a las grandes ciudades imperiales. El texto comienza con una
advertencia solemne a los gobernantes en el sentido de que no debían imaginar
nunca que la reforma de la Cristiandad pudiera lograrse mediante la fuerza de
las armas. A la vez que Lutero afirmaba que el enviar a las personas a la
hoguera no era obra del Espíritu, sino que era el demonio quien impulsaba a
realizar estas acciones. Lutero contrapuso lo que denominaba los tres muros del
romanismo –la pretensión papal de poseer una jurisdicción superior a la del
poder temporal, su pretensión de tener el único poder para interpretar la
Escritura y la pretensión de tener la única autoridad para convocar un concilio
general- la tesis teológica del
sacerdocio de todos los creyentes y la social del bien común que debe ser
sometido a la fiscalización de todos. El sacerdocio común de los creyentes,
surgido del bautismo y de la fe cristiana, sitúa en pie de igualdad a todos los
cristianos, de tal manera que cuando un obispo es elegido debería ser en
igualdad y no por su condición noble social, llegando a afirmar que el obispo
debería ser elegido por aclamación popular como en los primeros siglos. Así
mismo tenía una visión negativa del poder, al opinar que los gobernantes no
corruptos eran excepcionales y que estaba seguro de que el poder corrompía. Sin
embargo, pensaba que la tarea de la reforma tenía que ser llevada a cabo y si
no la emprendían las autoridades eclesiales, serían las políticas las
encargadas de ello. Este texto se difundió rápido con un efecto extraordinario.
Con la peculiaridad de que estaba redactado en la lengua del pueblo, expresaba
todo en términos sencillos y ponía por escrito y de manera articulada lo que
muchos pensaban.
Preludio en el cautiverio babilónico de la Iglesia (De la
libertad cristiana y la cautividad babilónica de la Iglesia) (1520): Integrante
de la trilogía de los grandes escritos reformadores junto con el Manifiesto a
la nobleza alemana, ya comentado, y el tratado sobre la Libertad del cristiano.
Este escrito surge como respuesta a los ataques de A. Alfeld, viejo adversario
del profesor, y dirigido contra el cautiverio de la iglesia de Roma. A
diferencia del anterior lo redactó en latín y estaba dirigido no al pueblo
llano sino a los humanistas y al clero. Su enlazaba con una corriente de
pensamiento que había comparado desde hacía siglos la decadencia de la iglesia
católica con el destierro que había sufrido el pueblo de Israel en Babilonia. Así
mismo se comparará el cautiverio de Babilonia con la época del papado de
Aviñón. Sostiene en el texto que la Biblia debe ser la base de la vida de la
iglesia. A partir de ahí, Lutero indica que, propiamente hablando, por lo
tanto, sólo pueden existir dos sacramentos, el Bautismo y la Santa Cena, porque
son los únicos de los que hablan las Escrituras, los que Jesús en persona
instituyó. Aunque cabe decir que no niega el matrimonio, la confirmación o el
orden, pero no los considera sacramentos en la medida en que Cristo no los
instituyó como tales. Además apoyándose en la Biblia, especialmente en la carta
a los Corintios, llega a cuestionar las bases de la doctrina católica de la
eucaristía, como por ejemplo la transubstanciación. Se referirá a la Biblia
para indicar que los cristianos participaban del pan y del vino, y no sólo del
pan como era práctica en la época, promoviendo la comunión en las dos especies.
Estas prácticas y teologías no se promocionaban porque la Iglesia estaba
sometida al cautiverio espiritual de Roma. La cual, en lugar de sujetarse a lo
que indicaban las Escrituras, había añadido sacramentos que carecían de base
bíblica y había trastornado la naturaleza del bautismo y de la Cena del Señor
La libertad del cristiano (1520): Es el tercero de los
llamados escritos de reforma, cuyo tema es la liberación del cristiano en
virtud de la fe. Aquí defiende Lutero 30 tesis, sobre la libertad del
cristianismo. Martin Lutero critica que la Iglesia tuviera el poder de ordenar
jerárquicamente la salvación de los fieles, ya que la mayoría debían
contentarse con la salvación en la otra vida, mientras en esta eran sometidos a
penurias. Apoyándose en las cartas paulinas, afirmará que la justificación del
cristiano está en la fe y no por las obras como afirmaba la Iglesia. Este texto
se le envió al Papa que lo contestó con la excomunión a Lutero y la condena de
todas sus obras.
De los votos monásticos (1521): Es un ataque de Martín
Lutero a la vida monástica. Lanzado tan solo cuatro años después de que
publicara sus famosas 95 tesis en Wittenberg, la obra es un componente
importante de sus planes más amplios para la reforma de la Iglesia cristiana.
En este folleto, que fue escrito durante su estadía en el castillo de Wartburg el
reformador sostenía que los monjes y las monjas podían violar sus votos sin
cometer un pecado, ya que estos votos eran inválidos.
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