El Informe
sobre desarrollo humano de la ONU 2013 tiene como título el “ascenso del sur”, y es que es muy
característico el empoderamiento en cuestiones de desarrollo que están tomando
estos países del llamado sur. Aunque una vez más hay que recurrir a términos
que deberían de estar superados en pleno siglo XXI, como el de denominar sur a
países con baja calificación en los informes. No es casualidad que de los 8
Objetivos del milenio pensados para 2015 solo se haya superado el de la pobreza,
de una manera satisfactoria. Lo cual es un dato a celebrar, así como el
aparente avance que se está realizando en el resto y que se espera sean
revisados en septiembre del presente año.
Aunque a mí me
surge la pregunta de hasta qué punto será real la supervivencia con más de un
euro al día de familias en países pobres. Ya que pienso que el aumento de los precios
de productos básicos ha podido aumentar en una proporción mayor, a los
ingresos. Tal vez ha llegado el momento de valorar si realmente el umbral de
pobreza se sigue poniendo en un euro al día, o si por el contrario este se ha
visto alterado por el aumento proporcional del ritmo de vida. Tal vez estemos
quitando pobres de las estadísticas y no de la realidad.
Aun así es de
celebrar que el informe haya reducido tan drásticamente en apenas tres años las
cifras de pobreza en países como China, India o Brasil. Países que desde hace
veinte años se están denominando en vías de desarrollo y que parece ser que por
fin empiezan a tener una posibilidad de competitividad con países del
denominado primer mundo. Aunque sigue siendo ejemplo de desigualdades que las
estimaciones para 2020 sitúen en casi igualdad de producción económica a la
unión de Brasil, China e India que sumarían entre las tres 2.782.772.984 de
personas y la unión de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y Estados
Unidos que sumarían entre los seis, 621.367.450 de personas. Si dividimos la
igualdad económica que se espera alcanzar entre el número de habitantes que
cada una aporta, vemos una desigualdad bestial. Teniendo además en cuenta que
la posición de desarrollo industrial, tecnológico y social de estos seis países
no puede ser igualado por el gasto que han de potenciar las otras tres naciones
para poder llegar a competir con estos países desarrollados.
La ONU
conocedora de la difícil competitividad que se puede dar entre los países ya
desarrollados que cuentan con una tradición y una industria ya funcional, opta
por decirle a los país del sur que compitan entre ellos. Lo cual cuenta siempre
con un beneficio y un perjuicio. En primer lugar apuntaría que es beneficioso
para ellos porque de esta forma se crearía un tejido comercial más fuerte que
evitaría que si las economías del norte (Europa y EEUU) estornudan, las
economías del sur se resfríen, entrando en crisis económicas, que en estos
países puede suponer un retroceso en sus oportunidades de desarrollo
industrial.
Pero a la vez
supone un empeoramiento para los países europeos que se verían obligados a
aumentar sus precios o a buscar alternativas económicas a sus más que
generosos, y explotados, vecinos del sur que producen más por menos precio de
lo que obtienen en sus propios territorios. Seguramente el crecimiento del
norte se vería paralizado por el aumento del sur, y no me imagino que los
gobiernos “ricos” se crucen de brazo ante esta amenaza de igualdad con el sur.
Teniendo en cuenta que ellos aportan más personas, más territorio y productos
básicos para el nivel de bienestar del primer mundo.
Continuando con
el análisis de los objetivos del milenio, voy a confiar que el punto anterior
se resuelva con la generosidad de los países ricos que a partir de este momento
confíen en que no son potenciales rivales económicos los del sur, y voy a
centrarme en los otros objetivos que aunque no se han alcanzado si se ha
avanzado en la mejora de los mismos:
-
Lograr la enseñanza primaria universal: A este respecto parece que se está
avanzando en gran medida en la superación del analfabetismo mundial, aunque
puedan producirse desajustes en lugares como el África subsahariana que de
alguna manera sufrió una recaída en la década de 1980. Aun así se ve el aumento
de la educación primaria y secundaria en muchos países.
-
Promover la igualdad entre los sexos y
el empoderamiento de la mujer:
a este respecto cabe señalar que los países con IDH más bajo cuentan con
prácticas patriarcales y de pobreza cultural de la mujer que les impiden poder
darles una mayor dignidad. El uso de prácticas como la ablación genital
femenina aún son usuales en muchos países. Esto es debido a la falta de
libertad de la mujer que se haya subyugada al hombre y a las visiones
falocéntricas que aún perduran en muchos países. El aborto selectivo que se
señala en el informe deja entrever que la carencia de mujeres en un futuro para
las funciones reproductivas de la sociedad podrían ser un grave problema en
muchas regiones de la tierra.
-
Reducir la mortalidad de los niños
menores de 5 años: En
este punto parece que la sanidad está mejorando y que la mortalidad infantil se
ha reducido en una cantidad importante, aunque las condiciones higiénicas,
unida a la propagación de pandemias y epidemias en el mundo dejan a los menores
en una mayor probabilidad de muerte prematura de lo que la esperanza de vida de
los países debería de proporcionar a los recién nacidos.
-
Mejorar la salud materna: Este objetivo, a mi modo de entender,
estaría muy relacionado con los dos anteriores, ya que lo que es necesario para
la salud materna es que se potenciara la idea de que una mujer es valiosa para
la sociedad tanto como el hombre y por tanto, merece ser conservada y
protegida. De igual modo que los 5 primeros años de vida del hombre se haya
necesariamente vinculado a la madre y que por tanto, es la salud del niño y de
la madre que lo sustenta los que deben estar resguardados de un modo especial
en los países donde las carencias de medicamentos o medidas sanitarias más se
hacen urgente. Hay mujeres que mueren desangradas por un desorden menstrual o
por una fiebre postparto que en un país desarrollado no ocurriría. Teniendo los
medios no aportamos la solución.
-
Combatir el VIH/SIDA, la malaria y otras
enfermedades: Unido a
la reflexión anterior me surge que ante este objetivo aún queda mucho por hacer
pues mientras en Europa se activó la alarma ante la llegada del virus Ébola, y
a día de hoy se ha solucionado con menos de una decena de muertos, en varios
países del cuerno de África sigue siendo una amenaza real que se ha cobrado
unas 5.000 vidas en África, por falta de medios para evitarlo y combatir la
enfermedad.
-
Garantizar la sostenibilidad del medio
ambiente: Tres son las
barreras que se han superado y que no pueden garantizar la sostenibilidad
ambiental: pérdida de biodiversidad, calentamiento global y el uso de energía.
Pero aquí me surge otra cuestión ética que es: ¿Cómo se puede pedir que los
países en vías de desarrollo cumplan los mismos criterios de no contaminación,
teniendo que poner en marcha industrias, que los países ya industrializados?
Por supuesto que la respuesta no se haya en los créditos de emisión de CO2 del
protocolo de Kioto que solo ha servido para potenciar un mercado negro de
compra/venta de emisiones del que se benefician los países ya industrializados.
-
Fomentar una alianza mundial para el
desarrollo: A este
respecto solo nos queda apuntar que el acceso desigual a los bienes de los
países, es decir, un acceso desigual a
la riqueza y al conocimiento impide a los excluidos de cada región competir en
el mercado laboral, y sitúa las posibilidades de fomentar una alianza mundial
para el desarrollo en unas condiciones asimétricas de competitividad entre los
países. Para solucionar esta diferencia entre los estados es importante
promover una buena Gobernanza. Es decir, que las instituciones representativas
que suelen estar monopolizadas por las clases más acomodadas y socialmente
influyentes, que utilizan los puestos oficiales para ampliar sus riquezas y
perpetuarse en el poder, se democraticen dando voz y voto a aquellos que están
silenciados. Pues la competitividad de una nación se valorara por la
responsabilidad individual de sus miembros que dejarían de ser máquinas de
producir para ser dignificados como ciudadanos libres poseídos de derechos. De
hecho ya se observa el beneficio al trabajo que ha supuesto el reconocimiento
de estos derechos en países como India o Brasil.
Aunque a todo
esto que se ha comentado para mí el mayor comportamiento antiético que en la
actualidad se produce en el mundo es que el gasto mundial en defensa superó los
US$1,4 billones en 2010, lo cual es superior al PIB combinado de los 50 países
más pobres del mundo. Pues, so pena de parecer una falacia o un argumento muy
recurrente, el dinero utilizado en defenderme del otro o para atacar a mi
propio vecino podría ser utilizado para la mejora de los países más
desfavorecidos mejorando su inclusión en el mercado exterior, y fomentando las
relaciones comerciales con los mismos.
En definitiva,
podría concluir diciendo que de los 8 objetivos, tan solo se ha superado el
primero de la pobreza en un grado mayor que el resto. Aunque se ha avanzado en
la mejoría de todos ellos, pero aún queda mucho por andar y por mejorar en el
mundo. Para ello este septiembre tendrá la ONU la posibilidad de revisar estos
objetivos y potenciar aquellos en los que aún no se ha logrado un avance mayor.
Incluso es posible que se haya comenzado un camino para que surjan otros objetivos
que hasta el momento no se habían contemplado.