Introducción:
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Carta
de la cautividad (Primera cautividad 61-63 destacan los saludos del César/
algunos la sitúan en el tercer viaje a Éfeso 54-57, estaría previo a su paseo
por Macedonia)
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Pueden
ser tres escritos fusionado: Primero 4,10-20; segundo 1,1-3,1 más algunos
versículos del 4; tercero 3,2-4,1
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Comunidad
a la que le tiene cariño y que se dirige a ella con mucho afecto
-
Los
temas más importantes serían:
Ø La Naturaleza de la
vocación cristiana, es decir ser como Jesús y vivir como él, teniendo hasta sus
mismos sentimientos de humildad y obediencia. Llevados hasta el extremo de la
muerte, si fuera necesario.
Ø El lugar del cristiano
en medio del mundo, que debe ser luz de Cristo y no dejarse arrastrar por los
hombres, sino buscar la patria celestial.
Ø El misterio de
salvación de Jesucristo que murió, resucitó y fue exaltado por Dios. Es uno de
los himnos cristológicos más importantes que se pueden encontrar en las
Escrituras (2, 6-11). Además recupera el misterio de salvación en relación a
Cristo como nuevo Adán prometido en el protoevangelio (Gn. 3,14). La figura es
la del siervo sufriente de Isaías (Is. 53, 2-11) pero también es el Hijo del Hombre
de Daniel que simboliza el señorío de Jesús (Dn. 7, 13-14)
Análisis de la carta:
Para el siguiente análisis se han seguido los
estudios y obras referenciadas en la bibliografía final, así como diferentes
traducciones de la Biblia también recogidas en la bibliografía. Se ha hecho un
especial interés en aquello que atañe directamente a la asignatura concreta, es
decir, a la imagen de Cristo que aparece en la carta, así como los atributos y
títulos que se le van otorgando.
La separación de versículos responde a los
epígrafes utilizados por el editor de la Nueva Biblia de Jerusalén, para hacer
más fácil la delimitación de temas con vista al estudio sistemático de la misma
en la presentación de clase.
-
Capítulo
1:
·
Saludo (1,1-2):
1,1:
Utiliza para referirse a sí mismo la palabra griega δουλοι que significa
siervo/esclavo, es un estar unido a Jesús como alguien obediente y servicial. Volverá a usarla en el saludo de la carta a
los Romanos (Rm 1,1)
Después
se dirige a la comunidad de Filipos como τοις αγιοις εν χριστω ιησου (los
santos en cristo Jesús). Estos αγιοις (santos) hacen referencia a todos los
fieles cristianos en cuanto que, purificados de sus pecados por
el bautismo, están llamados a llevar una vida santa, según lo que exige la fe
que han recibido. También lo utilizará en Col. 1,2; Rm. 1,7; 1Co.1,2; 1Co.
16,1)
1,2:
Saluda a la comunidad en nombre de “nuestro Padre” y de “nuestro Señor
Jesucristo”. Luego le da la misma categoría y autoridad al Padre que a Jesús.
De esta manera también vincula la gracia de Dios con la paz mesiánica: (1Cor
1,3; Rm 1,7; 2Cor 1,2; Gal 1,3; 1 Tes 1,1)
·
Acción de gracias y
súplica (1,3-11):
1,5:
El servicio prestado al Evangelio es tanto al mensaje de Jesucristo, como a su
persona misma.
1,6:
El día de Cristo Jesús (ημερας χριστου ιησου)- Se trata del Señor que vendrá en la
parusía, luego se refiere al Jesús futuro que volverá para juzgar y premiar a
los hombres. Hay que señalar que mientras en 1Co. 1,8 había dicho el día del
Señor Jesús, aquí introduce el atributo de Cristo.
1,7:
Se alaba la participación de los Filipenses en la defensa y propagación del
Evangelio
1,8:
Pone a Dios por testigo de cuánto les ama “en las entrañas
de Cristo Jesús”
(εν σπλαγχνοις χριστου ιησου). Luego señala que Jesús tiene
entrañas, es decir, obra con misericordia y amor.
1,9-10:
Como consecuencia del versículo anterior pide que el amor de los Filipenses
crezca en conocimiento preciso y en discernimiento pleno (επιγνωσει και
παση αισθησει) para que lleguen limpios al Día de Cristo
1,11:
Habla que los frutos de rectitud (καρπον δικαιοσυνης) proceden de Jesucristo
para dar gloria y alabanza a Dios, luego es el Cristo glorioso.
·
Situación personal de
Pablo (1,12-26):
1, 12-18: Habla
de su situación personal como prisionero de Cristo. Esta cárcel que él sufre se
debe a ser mensajero del Evangelio (ευαγγελιου) y además ha favorecido el avance de éste. Luego él ve la cárcel
como oportunidad y no como castigo. A continuación cito unas palabras del
Diccionario Bíblico de Ravasi que puede servir para contextualizar el escrito
de Pablo:
«Al anuncio del evangelio dedica Pablo toda su
existencia, llegando a hacer coincidir la causa del Evangelio con su mismo
destino personal. Anunciar el evangelio de Dios o de Jesucristo es la tarea
fundamental de Pablo. Esto se advierte en el texto, recorrido por un fuerte pathos
espiritual y enviado desde la cárcel a la querida comunidad de Filipos. Después
de la oración de agradecimiento que acabamos de analizar, en la cual, Pablo, en
términos afectivos muy cálidos, recuerda a Dios a sus cristianos, cuya activa
es la colaboración en el anuncio del evangelio que él ha experimentado,
transmite algunas noticias sobre su condición de prisionero o encadenado por el
Evangelio: “Hermanos, quiero que sepáis que las cosas que me han ocurrido han
venido a favorecer el progreso del evangelio, hasta el punto de que en palacio
y en todo lugar es notorio que llevo estas cadenas de Cristo; y la mayoría de
los hermanos, alentados en el Señor por mis cadenas, se muestran más
intrépidos, anunciando sin temor la palabra de Dios”(Flp 1,12-14).
Pablo,
encarcelado por causa de Cristo o del Evangelio, aunque incierto sobre el
resultado del proceso, que puede terminar en la condena a muerte o en la
absolución, escribe a sus cristianos que sus asuntos van bien porque la causa
del evangelio avanza. La perspectiva evangélica o misionera tiene tal
preponderancia en el criterio valorativo de Pablo, que puede pasar por encima
de los demás motivos por los cuales algunos se dedican a la evangelización. Es
verdad -escribe Pablo en la misma carta- “que algunos predican a Cristo por
espíritu de envidia y competencia; pero otros lo hacen con recta intención;
éstos, movidos por el amor, sabiendo que estoy puesto para defensa del evangelio;
aquéllos, por rivalidad predican a Cristo, creyendo que así hacen más dura mi
prisión. Pero, al fin y al cabo, ¿qué importa? De cualquier manera que Cristo
sea anunciado, hipócrita o sinceramente, yo me alegro y me alegraré” (Flp
1,15-18). En la comunidad cristiana local en la que Pablo se encuentra en la
cárcel, algunos que no comparten su método piensan que pueden aprovecharse de
su detención para hacerle la competencia; otros, en cambio, se sienten
alentados porque el motivo de su arresto es dado a conocer también en el
ambiente pagano. Lo que cuenta, dice Pablo, es que la proclamación de Cristo o
del evangelio se lleve a cabo.»
Nuevo Diccionario
de Teología Bíblica Ravasi
1,19:
Se habla de que por el ruego de Pablo y el suministro del Espíritu de
Jesucristo (επιχορηγιας-suministro-
του πνευματος ιησου χριστου)
1,20:
Cristo será glorificado por el cuerpo de Pablo, luego habita en él y es a su
vez imagen de Cristo en el mundo. Ambos versículos (19-20) hacen referencia al
Jesús glorioso. Además habla del triunfo de la resurrección de manera velada,
al decir “Cristo será glorificado en mi cuerpo, por mi vida o por mi muerte”.
1,21:
Pablo dice que para él la vida es Cristo. Vida se entiende como el nombre del
estado en que se encuentra el creyente, por estar unido con Cristo y, mediante
Cristo, con Dios; un estado que representa el fruto de la redención de Cristo y
ha de durar eternamente. La vida es un bien que el creyente posee ya sobre la
tierra (Rm. 6,4.11; 8,6 Col3,3), pero al mismo tiempo un valor escatológico, la
esperanza de la vida cristiana (Rm.6,22S 2Cor 5,4 Tit 3,17). Luego hace
referencia por un lado al Cristo glorioso en el presente y también al del
futuro escatológico)
1,23:
Habla que con la muerte se parte (hacia la muerte) “junto con Cristo” (συν
χριστω). Cristo glorioso, en el presente
1,26:
El orgullo/jactancia (καυχημα) es ahora en (εν) Cristo Jesús.
·
Lucha por la fe
(1,27-30):
1,
27: El seguir a Cristo comporta una forma de actuar y vivir el Evangelio que
aquí especifica que es del propio Evangelio.
1,
28: hay unos adversarios que amenazan a los Filipenses, pero que se realiza
según el designio de Dios (απο θεου). Luego es Dios quien
lo envía, para probarlos en el seguimiento a Cristo.
1,
29: Dios es el que ha concedido la gracia de la fe y también el padecer, por
Cristo. En griego diría: οτι (porque) υμιν
(a ustedes) εχαρισθη (fue dado de gracia) το (el) υπερ
(por) χριστου (Ungido) ου (no) μονον
(solamente) το
(el) εις (hacia dentro) αυτον (a él) πιστευειν
(estar confiando) αλλα (sino) και (también) το (el) υπερ
(por causa de) αυτο (él) πασχειν (estar sufriendo).
Pero
no queda claro si el creer y el padecer es por Cristo o por Dios. La Biblia de
la Conferencia Episcopal apuesta por la traducción de “Porque a vosotros se os
ha concedido, gracias a Cristo, no solo el don de creer en él, sino también el
de sufrir por él” Parece que es a Dios al que se cree y sufre a través de
Cristo.
Sin
embargo la Biblia Latinoamericana ha querido traducir como “y es una gracia
para ustedes que no solamente hayan creído en Cristo, sino también que padezcan
por él” Aquí parece más claro que se trata de creer y padecer en Cristo
-
Capítulo
2:
·
La unidad en la
humildad (2,1-11):
2,1:
Cristo aparece como una exhortación, una llamada a la unidad siendo humildes
unos con otros. Pero la comunión es en el Espíritu.
2,
5: se invita a tener los mismos sentimientos (φρονειτε) de Cristo. Luego
Cristo es modelo de comportamiento y a continuación explica el misterio
salvador de Cristo para especificar de qué manera es modelo de comportamiento
el Ungido.
2,
5-11: Es uno de los textos más antiguos del Nuevo Testamento en el que se
describe la divinidad de Jesucristo. Para Pablo la humillación y obediencia de
Cristo fue tan grande que llegó incluso a la muerte. Si se analiza por partes
nos encontramos con estas claves cristológicas fundamentales que nos llevan
desde el Jesús histórico al Jesús glorioso:
1. Hay un contraste entre
Jesucristo y Adán, pues el segundo siendo hombre ambicionó ser Dios y el
primero siendo Dios (V.7), se despojó de sí mismo (εαυτον εκενωσεν).
Luego nos encontramos con Jesús con condición divina, y a la vez adoptó la
condición humana. No perdió la condición divina sino que poseyendo una, adoptó
la otra.
2. Cristo es obediente al
Padre hasta el extremo de la cruz (v.8).
3. También se puede ver
que Dios Padre es el que resucita a Jesús y lo sienta a su derecha. Es el Jesús
glorioso que reina junto al Padre en los cielos. Jesús con su humanidad muerta
y herida, nos muestra la divinidad de Dios, pues posee el “nombre sobretodo
nombre”, es decir, el nombre de Dios. cabe señalar que no es la persona del
Verbo la que se exalta, sino que los verbos exaltar (υπερυψωσεν) y humillar (εταπεινωσεν)
ambos hacen referencia a su naturaleza humana.
4. Por último toda lengua,
toda criatura debe proclamar que Jesús es Señor (κυριος), es la misma palabra
griega que la Biblia de los LXX utiliza para referirse a Dios. Luego san Pablo
lo está proclamando como Dios, y esta es la máxima expresión de la fe
cristiana: Proclamar a Jesucristo como Dios (Señor). La última parte de este
himno resalta el señorío de Dios sobre toda la creación. Menos sobre el padre,
que es del que todo depende, incluso el señorío de Cristo como también se ve en
1Co. 15, 27-28
·
Trabaja en la obra de
la salvación (2,12-18):
2,13:
Es Dios el que realiza el querer y el obrar en los cristianos. No Jesucristo,
sino Dios
2,16:
Vuelve a hablar del Día de Cristo, de esta parusía futura. De esa venida
segunda y definitiva, del Cristo. Además habla de la palabra de la vida, y como
se veía en el capítulo 1 el habla de que la vida es en Cristo y por Cristo.
Luego incluso en la muerte, todo es vida si se une a Jesucristo.
·
Misión de Timoteo y
Epafrodito (2,19-30):
2,
19: hay una esperanza en el Señor Jesús de poder enviar a Timoteo. Luego se
espera una acción del Jesús glorioso para favorecer el envío del colaborador.
2,
21: se alaba de Timoteo que su acción es según los intereses de Cristo y no los
suyos propios. Este es el modelo del verdadero colaborador del apóstol, el que
se impulsa por cristo. Es hacer las cosas de Jesús.
2,
29-30: Después de explicarles también el retorno del colaborador y miembro de
la comunidad de Filipos, Epafrodito, les dice que también es un buen
colaborador que ha actuado por la obra del Cristo (το
εργον χριστου).
-
Capítulo
3:
3,1:
Anima a la alegría en el Señor (χαιρετε εν κυριω)
3,2:
Los enemigos de Jesús, de la predicación son los judaizantes, a los que llama
perros.
3,3:
Habla por un lado del Espíritu de Dios (πνευματι θεου)
y por otro del Señor Jesús, se ve una distinción de ambas personas. De hecho
por el Espíritu se tributa el culto y éste gloría al Señor Jesús.
3,
7: De nuevo aparece el nombre de Cristo como una ganancia, es decir como una
vida, frente a la muerte del mundo. Confronta a Cristo como la nueva Ley, que
era la que traía la salvación al mundo.
3,
8: Habla que todo es por el conocimiento de Jesús (γνωσεως). Utiliza la palabra
«ginoskõ», que significa «conocimiento objetivo». Este último pasa a la
consciencia, pero no a la inversa. No utiliza la otra definición de
conocimiento del Nuevo Testamento que es «oida», que significa «conocimiento
interno consciente» en la mente. Por tanto es un conocimiento experimental que
pasa a la interioridad del hombre. Así se conoce a Jesús.
3,9-10:
La justicia (δικαιοσυνην) que proviene ya no de la Ley, sino de la fe
en Cristo. Es la que justifica y salva, la fe en Jesucristo. Pero también el
conocimiento de él y el compartir sus padecimientos.
3,14:
Aunque no es un objetivo alcanzado el de la salvación, esta se produce al
llegar a la meta que es Dios siguiendo la llamada que nos realiza Jesús, el
Jesús glorioso.
3,18:
Nombra enemigos de la cruz de Cristo a los judaizantes.
3,20-21:
Nuestra imitación de Cristo hará que él nos resucite, y glorifique como él está
ahora. Luego la imitación de Cristo es lo que salva. Ser como él. Esta idea ya
estaba presente en 1co. 15 y se repetirá en Rm. 8,23.
-
Capítulo
4:
·
Últimos consejos
(4,2-9):
4,2:
Aparece Evodia, Cristiana de Filipos que dañó su buena reputación al querellarse
con Síntique, y Pablo las exhorta a ser «de un mismo sentir en el Señor».
Vuelve a recalcar la imagen de Jesús como modelo de comportamiento y de unidad
en la fe.
4,3:
El libro de la vida es propiedad de Jesús, pues como se ha ido viendo en el
análisis de esta carta todo lo relacionado con Jesús hace referencia a la vida,
ya que ésta es estar unidos a él. Este libro de la vida aparece en Ap. 4,3; 20,
12-15 y en Lc. 10,20 (con el matiz de que los nombres se inscriben en el cielo
y no en un libro)
4,4:
Se exhorta a estar alegres en el Señor, es Cristo y su unión a él lo que trae
la felicidad. Es el Cristo glorificado.
4,5:
El Señor está cerca (ο κυριος εγγυς)
(Maranatha de 1co. 16,22) es una promesa de la escatología, de la parusía del
Señor.
4,6-7:
Pide que se persevere en las súplicas, oraciones y acciones de gracia para
mantener los corazones y las mentes en el Señor. Se usan dos elementos humanos
importantes:
Los
corazones (καρδιας) y las mentes (νοηματα) son unas de las
palabras fundamentales de la teología bíblica. Ambas representan un mismo nivel
de conocimiento, pero uno el puramente humano y el otro el que conecta con
Dios. El corazón (leb) es la interioridad buena de Dios (Gn 6,56; 8,21;
17,17). Es también la sede más honda de la experiencia humana, el lugar en el
que se asientan los afectos, los sentimientos, las pasiones de su vida. Por un
lado limita con la Ruah o Espíritu de Dios, que es el símbolo de la
trascendencia, de la apertura del hombre a lo divino (en una línea que
actualmente relacionaríamos con la gracia). Por otro lado, limita con el nephesh,
que es algo así como el alma, el lugar del deseo de la vida. La tradición más
occidental ha tendido a contraponer el entendimiento y el corazón, es decir, la
racionalidad y el mundo de los sentimientos. Por el contrario, en la Biblia el
corazón sigue siendo la sede no sólo de los afectos, sino también de las ideas
y de los pensamientos. Para entender el sentido de corazón resulta
ejemplar la formulación de shetná: «Amarás a Yahvé tu Dios con todo tu
corazón [leb], con toda tu alma [nephesh], con todas tus fuerzas [me'od]».
Estos son los tres niveles o momentos básicos de la vida humana: el corazón
que es la sede básica de las decisiones, el alma o nephesh que expresa
sus deseos y las fuerzas de la voluntad que expresan su poder. La Biblia no
conoce un pensamiento puramente racional, desligado del corazón, pues el mismo
corazón es el que piensa. En ese contexto se sitúa la bienaventuranza de los
limpios de corazón (Mt 5,7), de quienes se dice que verán (conocerán) a Dios[1].
·
Agradecimiento por la
ayuda recibida (4,10-20):
4,10:
Parece ser el comienzo de la carta original a los Filipenses (Cf. Con las notas
de la introducción de este trabajo). Por eso de nuevo se alegra en el Señor.
4,13:
Dice que todo lo puede «en “aquel” que me da fuerza» (εν τω
ενδυναμουντι με). La Biblia de Jerusalén
señala que éste Aquel puede ser una variación de Cristo. Pero lo cierto es que
no queda claro si éste se refiere a Cristo o a Dios padre.
4,19:
Pablo habla de la riqueza (πλουτος) en un nivel
trascendental, Dios hace partícipe al creyente de Sus riquezas en gloria en
Cristo Jesús (Fil. 4:19).A través de Cristo Jesús porque en Cristo, Dios nos ha
dado a conocer las riquezas de su gracia (Ef. 1,7), de su benignidad (Rm. 2,4),
de su gloria (Rm. 9,23), de su sabiduría y conocimiento (Rm. 11,33), y de pleno
entendimiento (Col. 2,2).
·
Saludo final (4,21-23):
4,21:
Vuelve a saludar a los santos como al principio en Cristo Jesús. Es símbolo de
cercanía y de la autoridad de Jesús como el que impulsa a actuar y bajo el que
se ratifica lo dicho en su autoridad. (1,2)
4,23:
La bendición final la da en la gracia del Señor Jesucristo es la despedida
corriente de sus cartas (Gál 6,18). Al poner la Gracia, que es un atributo
propio de Dios, está reconociendo la majestad y autoridad de Jesucristo como
mismo Dios.
Probablemente
este final hace ver que la carta es autógrafa,
constituyendo esa especie de firma o garantía de autenticidad, de
que expresamente habla en otros lugares (Col 4,18).
Bibliografía:
·
CONFERENCIA
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·
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GIL ARBIOL, C., Qué se sabe de Pablo en el naciente cristianismo. Editorial Verbo
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HERRANZ,
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LEÓN-DUFOUR,
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VV.AA., La Nueva
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WOLFF, H. W.,
Antropología del Antiguo
Testamento. Sígueme, 1997.
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