jueves, 8 de marzo de 2012

Conferencia sobre: Las administraciones locales. Su funcionamiento y bases

La conferencia fue impartida por Emilio García, secretario del ayuntamiento de Fuentes de Andalucía. En la universidad Pablo Olavide el día 13 de diciembre de 2011.

El mayor problema en la actualidad, según el ponente, es sin duda la enorme cantidad de competencias que tienen los ayuntamientos concedidos y que por falta de ingresos no se pueden llevar a cabo.

Además el ayuntamiento se encuentra siempre con el enorme inconveniente de ser la administración más cercana a la ciudadanía, y a la que por tanto acudirán los ciudadanos ante un problema que haya que resolver. La población siempre estará en condiciones de deficiencia por algún motivo que la administración tiene que solventar y es la administración local la que mayor carga tiene que soportar por ser la primera a la que el ciudadano acude a solicitar que se le cubran sus necesidades. Esto provoca una entrada de trabajo importante en los ayuntamientos que en muchos casos por falta de personal o por falta de medios no se pueden solucionar, generando en la ciudadanía un clima de descontento y desconfianza hacia la política.

Los ayuntamientos son organismos autónomos según la constitución. Pero esta autonomía formal no es plena en ningún caso por falta de recursos económicos y porque aunque en el enunciado constitucional se le otorgue autonomía, posteriormente la Ley desarrollada en el ordenamiento jurídico no permite que la autonomía del ayuntamiento pueda ser llevada a buen término. Como ejemplo se podrían citar la ley 7/1985 de 2 abril, que recorta las funciones de los ayuntamientos de las iniciales concedidas por la constitución y además introduce un principio de fiscalización que hace que los ayuntamientos tengan que rendir cuenta de su supuesta autonomía a entes autonómicos y nacionales.

Tambien es característica la ley 5/2010 de 11 de junio, que empieza a cubrir los vacíos legales que se producen en la administración cuando la falta de regulación de ciertas funciones que no se encuentran normalizadas y que las realiza el ayuntamiento para suplir esa carencia. Este motivo también afecta a la pérdida de autonomía del ayuntamiento al tener que hacer frente a funciones y procedimientos que la ley deja desregularizada y que ha de ser el ayuntamiento el que de solución a los fallos que se producen en organismos de otra índole.

Otro de los grandes problemas de los ayuntamientos en la actualidad es el enorme personal con el que cuentan. Este personal entró a trabajar en la administración local en la época de bonanza económica y ahora con la crisis no supone más que un lastre para poder desempeñar sus funciones de manera eficiente. Característico es el dato de que haya presupuestos municipales que destinan el 70% del gasto en pagar el sueldo del personal. Lo que deja al ayuntamiento con la necesidad de realizar todas sus funciones con tan solo un 30% de su presupuesto. Por lo tanto observamos que las plantillas municipales por lo general se encuentran altamente infladas. Además la solución a estos problemas parece ser que en muchos casos pasa o por la creación de expedientes reguladores de empleo en los ayuntamientos o por el paso del tiempo que irá jubilando al personal que ya no es más que un problema de funcionamiento en vez de una herramienta de trabajo eficiente.

Se conoce además la situación de municipios pequeños en los que el ayuntamiento es el primer empresario del pueblo y que funciona de manera muy abierta, contratando a personal como si de una empresa de trabajo temporal se tratara. Esto puede ser más manejable que la creación de contratos de larga duración o el sacar a concurso plazas que después es difícil de retirar, por no decir casi imposible.
Como ya se ha enunciado, con la crisis actual la clase política se plantea como reducir el número de personal y el de organismos políticos (Ayuntamientos, empresas públicas, agencias, etc.). Ya que no solo la gran cantidad de empleados públicos se encuentran en la administración sino que existen organismos políticos que siendo públicos o privados cuestan una gran cantidad de dinero y recursos.

Las diputaciones provinciales ayudan económicamente y proporcionan personal especializado para realizar trabajos que no necesariamente tengan que ser contratados por tiempo indefinido. Pero las diputaciones a la vez de proporcionar ayuda también son un estorbo porque se quedan el dinero de los ayuntamientos en ciertas materias y además hay que mantener sus funciones y organismos por medio de la financiación de todos los ayuntamientos a su diputación a la que se halle circunscrita.
Otra de las formas de financiación de los ayuntamientos son las ayudas económicas procedente de las comunidades autónomas, pero cabe señalar que la cuantía que se recibe de esta institución regional es muy pequeña, a penas da para sufragar los gastos ocasionados de las competencias autonómicas que realizan los consistorios.
Por último señalar que la política en general tiene un tiempo de acción muy reducido, ya que todas las acciones se hacen pensando en el medio y corto plazo. Siempre con vistas a un resultado rápido, que no siempre es el más eficaz. El político busca que los frutos de su trabajo lleguen antes de las próximas elecciones y eso repercute también en el ámbito político local. Los concejales realizarán acciones para que en un plazo máximo de cuatro años a descontar desde su nombramiento se comiencen a recoger éxitos que responden más a acciones de rápida solución y no a intentar cambiar el sistema.

Ahora con la crisis parece ser que necesitamos a nivel local acciones más duraderas y que tengan por objetivos de finalidad más de cuatro años. Incluso se empieza a rumorear que se puede estudiar la posibilidad de eliminar ayuntamientos en municipios menores a dos mil habitantes. Este es un tema bastante conflictivo, porque a la hora de eliminar ayuntamientos o de fusionarlos se debería tener en cuenta varias cuestiones importantes como: la unión o desunión de los ayuntamientos a compartir consistorio o la tradición histórica del municipio que incluso puede haber fraguado un sentimiento popular. Lo único que se puede afirmar de esta crisis es que en el futuro se puede producir una pérdida importante de participación ciudadana que pierda por completo el interés en la política de lo más cercano: Su ayuntamiento.

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