jueves, 8 de marzo de 2012

Conferencia sobre: Cómo el fotoperiodismo puede estar al servicio de la política.

La conferencia fue impartida por Manuel Blanco, licenciado en periodismo por la universidad de Sevilla y especialista en fotoperiodismo. Actualmente es miembro de la asociación cultural de jóvenes creadores e investigadores en comunicación M2. En la universidad Pablo Olavide el día 29 de noviembre de 2011.

El motivo de su charla era la de transmitirnos a los alumnos de ciencia política como se puede utilizar el fotoperiodismo a favor de la creación y difusión de ideas políticas. De esta forma se nos ilustró a partir de un PowerPoint las diferentes técnicas y motivos que la fotografía ha estudiado para hacer ver al espectador lo que realmente interesa resaltar en una imagen, con un fin político.

En primer lugar se nos presentó el condicionamiento de la lectoescritura en las imágenes. Es decir, al igual que leemos, vemos las imágenes. De esta manera un occidental verá una fotografía siempre de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo. Este condicionamiento, hay que recalcar que se produciría solo en individuos criados en un modelo occidental, ya que en países árabes por ejemplo se escribe de derecha a izquierda o en países asiáticos la escritura puede ser de arriba-abajo. Estos condicionamientos en la escritura impulsan al ojo humano a actuar de igual modo en la fotografía, que en la lectura.

Esta idea fue muy interesante, ya que con anterioridad no me había planteado que pudiera mirar imágenes de la misma forma con la que observo un escrito, abriendo por tanto un mundo de posibilidades de análisis de la imagen. Sabiendo que lo primero que me gustaría mostrar al espectador, siendo este occidental, lo posiciono en el marge superior izquierda, dejando lo que menos me interesa de la fotografía al margen inferior derecho. Este análisis de la visualización de la imagen se ha de tener muy presente si en lugar de a una ciudadanía europea, por ejemplo, se realizara en un país árabe. Ya que podría ocurrir lo que el ponente explicó con las pastillas Bayer. Las cuales situaron una serie de dibujos explicando el uso del medicamento al modo de lectura occidental, quedando este alterado al ser leído por árabes que interpretaron el medicamento al revés, es decir, como un producto dañino que produce malestar al que lo consume.

A continuación se expuso la fotografía como una fuente de información que no solamente otorga información, sino que además, puede producir efectos sobre el estado anímico del que la visualiza. De esta manera se realizó una actividad en la que una fotografía en la que aparecía un árbol y una mujer pensativa se mostraba a un sector de la clase sin que el otro sector la observara. Este grupo debía plasmar en papel los sentimientos que esta imagen le transmitía. Acto seguido se cambiaban las tornas y ahora observaba el grupo que se había mantenido al margen, realizando la misma actividad con otra imagen. En este caso la imagen sería la de la misma mujer pensativa pero en el fondo en vez de haber un árbol, esta vez se encontraba la imagen de la niña vietnamita de 9 años rociada en napalm por las tropas estadounidenses. El efecto fue que al enunciar los sentimientos encontrados por ambas fotografías el primer grupo enunció calificativos como: soledad, paz, tranquilidad,… mientras que el segundo grupo enunciaría: Horror, dolor, tristeza, guerra,…

Como vemos lo que aparentemente puede ser una misma imagen, esa mujer pensativa, se ve alterada la percepción humana por lo que la rodea, el contexto, de la imagen. Por eso, ante una simple mujer sin ningún tipo de información más que su actitud relajada y pensativa, intuimos un clímax de tranquilidad y parsimonia ante un paisaje de árboles y montañas que frente a una imagen de guerra y muerte. Este método puede ser utilizado para alterar la reacción del espectador al observar una imagen con un fin político o propagandístico.

También observamos cómo se altera una imagen dependiendo de la forma en la que sea captada, es decir, según el plano que se utilice para tomarla. De esta manera se nos presentaron diferentes tipos de planos que pueden alterar una imagen según convenga al emisor. Así por ejemplo: un plano paralelo, como el utilizado por Adolfo Suárez en el cartel de las elecciones, da una imagen de cercanía y transparencia, ya que los ojos del espectador se encuentran frente a los ojos del fotografiado; un plano picado (de abajo-arriba) como el de la portada de ABC en el que aparecen Zarkozy, Merkel y Rajoy, da imagen de supremacía y poder, los individuos fotografiados están por encima del resto de los mortales, son superiores; Un plano contrapicado por el contrario, degrada a la persona fotografiada y la muestra como un ser inferior y poco importante.

Por último se realizó un pequeño estudio kinético, es decir de los gestos, que se reflejan en las fotografías y que podrían significar cada uno. La kinética como estudio se comienza a poner en marcha gracias a la venta de productos Avon, ya que los distribuidores se dieron cuenta de que ciertos estímulos del vendedor hacia el comprador le invitaban a ser más receptivos a la venta de los productos cosméticos.
Este estudio arroja luces sobre los movimientos que se han de tener en una conversación dependiendo de la actitud que se busca despertar en el receptor. Estos estudios arrojan que los individuos hombres tienden a ser más desordenados que las mujeres y por este motivo los hombres en las imágenes se extienden, ya que el subconsciente humano pide más espacio para ordenar la imagen. Las mujeres por su lado tienden a ser más ordenadas y por este motivo el fenómeno se realiza al revés y ellas se contraen. También hay que estudiar que la posición de cabeza, mano, extremidades, etc. alteran la condición del ojo humano ante esas evidencias. Por ejemplo mostrar a un auditorio las palmas de las manos es señal de claridad y sinceridad.

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