martes, 28 de octubre de 2014

Comentario a "Vida y evolución" de Arana

   A lo largo de la siguiente recensión se va a analizar el texto de Arana: Vida y evolución. Intentando responder a las cuestiones de ¿Qué es la vida?, ¿Cuáles son los límites y especificidad de lo viviente?, ¿Cuáles son los principios y límites del evolucionismo? Como podemos observar lo que se plantea ya al principio de la siguiente recensión es de que manera afrontamos la unión entre la vida y la evolución. al introducir el vocablo evolucionismo ya estamos de alguna manera imprimiendo ideología al objeto de estudio, pues en un principio el título del texto se presenta como evolución, fenómeno natural, y sin embargo lo que se esclarecerá a continuación será la ideología que subyace tras el propio fenómeno, el evolucionismo.
   Arana comienza dando a conocer que el concepto vida es un término ampliamente utilizado, y pocas veces acotado. Es difícil llegar a la conclusión de que se puede considerar como vida universalmente, pues se trata de un término exageradamente utilizado. Se habla de leyes de la vida, procesos de vida, cambios de vida, etc. Y en cada uno de ellos la vida es algo complejo y de difícil definición. Por eso, Arana, decide recurrir a la biología para esbozar que se entiende, desde una perspectiva científica, como vida. Desde la biología la vida se restringirá a “los organismos que, basados en la química del carbono, han colonizado la superficie terrestre en todos sus rincones y con mucha probabilidad se han esparcido también por otros lugares particularmente propicios del resto del universo”. Éstos son los portadores de la vida y los verdaderos destinatarios de éste fenómeno que se considera “característico de lo complejo y de lo temporal”.
   En el relato del Timeo de Platón, nos encontramos con que lo que tiene vida, es considerado lo viviente. Él interpreta así la vida como un orden dado por Dios. De igual modo, Platón, otorga alma a todo lo viviente como característica de poder vicario instaurador y conservador de ese orden entregado. Por tanto la vida es una imposición, es fuerza de Dios a lo viviente. Uno de los límites que se les señala a la vida será la autarquía, nada sale ni entra de ella, se autoalimenta de su propia corrupción (Platón). De igual modo otro de los límites será la transacción, las entradas y salidas de movimientos que van a hacer a lo viviente tener un equilibrio. Para ello lo viviente tiene orificios de entrada y salida. Si tenemos un límite interno caracterizado por la auto-alimentación, encontramos un límite externo con la transacción necesaria para la propia existencia. De igual modo, y a consecuencia de la transacción con el exterior de lo viviente, nos encontramos con que la vida se vuelve artificiosa, tienen partes que al final forman un todo. Pero, por último, se ha de señalar que lo viviente posee algo que lo hace inmortal, sería el alma racional. Aristóteles entiende de tres tipos de almas que se complementan entre sí, aunque solo la racional sea inmortal.
   La especificidad de lo viviente la dará Aristóteles al afirmar que lo animado (como sinónimo de viviente) posee dos rasgos fundamentales: el movimiento y la sensación. De igual modo aplicará como la especificación de lo viviente el poseer alma, que es ese mecanismo por lo que lo viviente tiene movimiento, entendiendo el alma como una especie de motor inmóvil, aunque después especifique el alma como una creación impuesta a lo viviente.

   Charles Darwin será el padre del evolucionismo que él planteará desde unos principios que son el azar, las leyes de la variación en las especies, la selección natural de los más aptos para la supervivencia y la propia lucha por la existencia de las especies. Esto hará que se consideren los planteamientos darwinistas como paso previo para la consecución teórica del evolucionismo. 

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