A lo largo de la siguiente
recensión se va a analizar el texto de Arana:
Vida y evolución. Intentando
responder a las cuestiones de ¿Qué es la vida?, ¿Cuáles son los límites y
especificidad de lo viviente?, ¿Cuáles son los principios y límites del
evolucionismo? Como podemos observar lo que se plantea ya al principio de la
siguiente recensión es de que manera afrontamos la unión entre la vida y la
evolución. al introducir el vocablo evolucionismo ya estamos de alguna manera
imprimiendo ideología al objeto de estudio, pues en un principio el título del
texto se presenta como evolución, fenómeno natural, y sin embargo lo que se
esclarecerá a continuación será la ideología que subyace tras el propio
fenómeno, el evolucionismo.
Arana comienza dando a
conocer que el concepto vida es un término ampliamente utilizado, y pocas veces
acotado. Es difícil llegar a la conclusión de que se puede considerar como vida
universalmente, pues se trata de un término exageradamente utilizado. Se habla
de leyes de la vida, procesos de vida, cambios de vida, etc. Y en cada uno de
ellos la vida es algo complejo y de difícil definición. Por eso, Arana, decide
recurrir a la biología para esbozar que se entiende, desde una perspectiva
científica, como vida. Desde la biología la vida se restringirá a “los
organismos que, basados en la química del carbono, han colonizado la superficie
terrestre en todos sus rincones y con mucha probabilidad se han esparcido
también por otros lugares particularmente propicios del resto del universo”.
Éstos son los portadores de la vida y los verdaderos destinatarios de éste
fenómeno que se considera “característico de lo complejo y de lo temporal”.
En el relato del Timeo de Platón, nos encontramos con que
lo que tiene vida, es considerado lo viviente. Él interpreta así la vida como
un orden dado por Dios. De igual modo, Platón, otorga alma a todo lo viviente
como característica de poder vicario instaurador y conservador de ese orden
entregado. Por tanto la vida es una imposición, es fuerza de Dios a lo
viviente. Uno de los límites que se les señala a la vida será la autarquía,
nada sale ni entra de ella, se autoalimenta de su propia corrupción (Platón).
De igual modo otro de los límites será la transacción, las entradas y salidas
de movimientos que van a hacer a lo viviente tener un equilibrio. Para ello lo
viviente tiene orificios de entrada y salida. Si tenemos un límite interno caracterizado
por la auto-alimentación, encontramos un límite externo con la transacción
necesaria para la propia existencia. De igual modo, y a consecuencia de la
transacción con el exterior de lo viviente, nos encontramos con que la vida se
vuelve artificiosa, tienen partes que al final forman un todo. Pero, por
último, se ha de señalar que lo viviente posee algo que lo hace inmortal, sería
el alma racional. Aristóteles entiende de tres tipos de almas que se
complementan entre sí, aunque solo la racional sea inmortal.
La especificidad de lo
viviente la dará Aristóteles al afirmar que lo animado (como sinónimo de
viviente) posee dos rasgos fundamentales: el movimiento y la sensación. De
igual modo aplicará como la especificación de lo viviente el poseer alma, que
es ese mecanismo por lo que lo viviente tiene movimiento, entendiendo el alma
como una especie de motor inmóvil, aunque después especifique el alma como una
creación impuesta a lo viviente.
Charles Darwin será el padre
del evolucionismo que él planteará desde unos principios que son el azar, las
leyes de la variación en las especies, la selección natural de los más aptos
para la supervivencia y la propia lucha por la existencia de las especies. Esto
hará que se consideren los planteamientos darwinistas como paso previo para la
consecución teórica del evolucionismo.
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