martes, 28 de octubre de 2014

Comentario de la obra "El nacimiento de la tragedia" de F. Nietzsche.


A lo largo del siguiente comentario se va a analizar un fragmento del capítulo 1 de la obra de Friedrich Wilhelm Nietzsche, titulada El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música.
El texto será estudiado desde los tres ámbitos clásicos del discurso (Vertiente técnica, vertiente histórica y vertiente retórica) con una especial mención a lo largo del presente comentario de la filosofía del texto y el autor, así como de todo su contexto filosófico.

1. Análisis técnico del texto.
1. Orden general de la obra.
      La obra, El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música, se trata de un proyecto filosófico realizado por Nietzsche desde 1870, en el que pretendía recopilar datos e informaciones de una investigación llevada a cabo por el autor sobre la cultura y civilización griega clásica. Ésta obra comenzó a gestarse en el ideario investigador de Nietzsche ya en el año 1869, como consecuencia de su interés por el mundo griego.
De igual forma y como conjunto expositivo del presente fragmento, cabe señalar que durante la elaboración de la obra que estamos analizando, surgen otros textos como El Estado GriegoSócrates y la Tragedia (correspondiendo a los capítulos del 8 al 15 de la presente obra) y La visión dionisíaca del mundo. También surgen El drama musical griego y de nuevo Sócrates y la tragedia que serán conferencias el 18 de enero y el 1 de febrero de 1870 en Basilea, respectivamente.
El nacimiento de la tragedia resulta de una primera redacción realizada en febrero de 1871 y de una segunda en marzo de ese mismo año. Sin embargo los últimos capítulos los realizará entre noviembre y diciembre. El texto final se compone de una dedicatoria especial al compositor, y amigo del autor, Richard Wagner y de 25 capítulos, y será publicada definitivamente en diciembre de 1871, aunque en su primera cubierta figure ya el año de 1872. Se publicará por primera vez en Leipzig por el editor E. W. Fritzsch. Posteriormente volverá a preparar una segunda edición en 1874 que se publicará en 1878 con otro editor, Ernst Schmeitzner.
Respecto a las consiguientes publicaciones habría que indicar que en la edición de 1886 se agrega el Ensayo de autocrítica, ensayo en el cual Nietzsche destaca el carácter prematuro y frenético de su primer libro, así pues el subtítulo en esta edición es cambiado por Helenismo y Pesimismo.
Finalmente, teniendo en cuenta estas alteraciones editoriales de la obra inicial, nos encontramos con que la obra en la actualidad se compone del siguiente índice:
Ø  Ensayo de autocrítica
Ø  Prólogo a Richard Wagner.
Ø  Escritos preparatorios de El nacimiento de la tragedia, que son:
·         «El drama musical griego»
·         «Sócrates y la tragedia»
·         «La visión dionisiaca del mundo».

2. El texto en la obra filosófica.
Una vez expuesto el motivo de su composición y las diferentes ediciones y criterios de redacción de la obra en su conjunto, pasamos a situar el presente fragmento. De ésta manera podemos observar que el texto estudiado corresponde al primero de los 25 capítulos de los que cuenta el escrito total. Estaría inverso en la redacción del escrito preparatorio «El drama musical griego».
El texto seleccionado se encuentra en su fragmentación casi completo, coincidente con el capítulo primero de la obra. De igual manera que tendríamos que reseñar que se trata de una presentación de la obra general, y se podría conectar con el resto de capítulos como una especie de introducción general a lo que se vendrá a desarrollar a lo largo del libro completo.

3. El establecimiento del fragmento. Las formas textuales
El texto se trata de una prosa escrita de manera romántica en el que abundan las referencias a términos de la mitología griega como Apolíneo o Dionisíaco. De igual manera que puede observarse un cierto ritmo poético en la redacción, buscando una musicalidad y una sonoridad al lector.
Recalcar de igual manera el uso de palabras en otras lenguas como el latín pricipium individuationis, o el griego, Schinende. Dándole al fragmento un toque más intelectual y a la vez buscando el clasicismo en la obra.

4. Conclusiones: sentido técnico del fragmento
Cómo ya se ha explicitado a lo largo del presente comentario, el fragmento analizado es en definitiva un texto escrito de manera romántica y culta que busca unirse con el espíritu de los autores griegos clásicos. Es una prosa pero que conserva la musicalidad en muchos aspectos del verso, para poder introducir al lector en el análisis de la tragedia griega.

2. Análisis histórico del texto.
      1. Datación del fragmento.
Éste fragmento supone el inicio de la obra y fue escrito por el autor en primer lugar, como presentación de la obra final. De igual manera y como se ha señalado en el análisis anterior, se trata de una composición heredera de un escrito anterior llamado «El drama musical griego», en el que Nietzsche presenta la unión entre el arte de Apolo y el de Dionisio. Escrito que ya presentó en una conferencia en Basilea el 18 de enero de 1870. Época en la que comienza la redacción del texto y coincide que conoce al teólogo Franz Overbeck, en cuyo amigo y vecino se convierte. En abril es nombrado catedrático ordinario. Con ocasión de la guerra franco-prusiana, Nietzsche pide el 8 de agosto una licencia a la universidad la cual se la concede. Se enrola como enfermero, pero cae enfermo de difteria y disentería. Por ello a principio del año siguiente, en 1871, en los meses de enero y febrero llevará a cabo la primera redacción de El nacimiento de la tragedia del espíritu de la música; el editor Engelmann de Leipzig la rechazará como no acta para ser publicada. En octubre el manuscrito es aceptado por el editor de Wagner, Fritzsch. El 29 de diciembre el libro está listo para la venta. En enero de 1872 Nietzsche ha solicitado la cátedra de filosofía de Basilea que ha quedado vacante recomendando a Rohde para suplantarlo en la de filología, lo cual no es aceptado. Celebra su cumpleaños en Naumburg con sus amigos Krug, Pinder, Gersdorft, Rohde y recibe la visita del joven filólogo U. von Wilamowitz.

      2. La intención del autor: el texto en el plan de la obra.
La intención de Nietzsche al escribir este fragmento responde a un interés inusitado de poner de relieve como la tragedia griega logra unir el arte escultórico (físico, material), representado en el dios Apolo, y el arte musical (efímero), representado en el dios Dionisio. De igual forma hace una apología de ambas disciplinas por separado y halaga la importancia estética de unirlas. Ésta explicación le servirá como cauce iniciativo al resto de capítulos, pues queda esbozado en el presente fragmento, la totalidad de lo que en los venideros será desarrollado y analizado por el autor. Nietzsche busca por tanto presentar su pensamiento respecto a la tragedia griega y como ésta le sirve a él para poder analizar la estética, tema central en el escrito.

      3. Los destinatarios del texto.
El texto va dirigido a todo lector que quiera, de una manera culta e intelectual, acercarse al concepto clásico de tragedia, que al parecer de Nietzsche difiere del concepto contemporáneo de la misma. De igual modo es una alabanza a la música de Richard Wagner, al que le dedica la obra, influenciado de la filosofía de Schopenhauer. Por lo que podría indicarse que los destinatarios del texto serían una clase media-alta, burguesa y academicista, amantes de los clásicos griegos, influenciados por una filosofía de Schopenhauer y gustosos de la música wagneriana. Es un escrito para un público muy selecto en la época.

4. Conclusiones: sentido histórico del fragmento.
En definitiva, si analizamos históricamente que supuso éste fragmento y por ende la obra completa desde una visión histórica observamos que fue la primera obra de escrita de Nietzsche, sirviendo como base al pensamiento que iría desarrollando en los años venideros. Por lo tanto, me atrevería a catalogar este fragmento como algo pionero, y el primer intento del autor de realizar un análisis sobre la estética, de una manera filosófica.

3. Análisis retórica del texto.
1. La disposición del fragmento.
El fragmento se divide en 5 partes diferenciadas, en las que el autor va desarrollando las ideas puestas de relieve:
- En primer lugar comienza hablando de las artes y los dos tipos que existen. Presentando las divisiones entre lo que considera Apolíneo y Dionisíaco.
- En un segundo momento presenta una de las claves del arte que es la apariencia de lo que representa, y como ésta afecta a nuestra percepción de la realidad observada.
- Después habla de la representación del mundo que se ve a través del arte, haciendo referencia al punto anterior, que nos traslada a una analogía o falsa apariencia de la realidad.
- Para pasar a la ruptura del “principium individuationis” y las consecuencias que conlleva para la realidad del hombre. Ésta ruptura es gracias al influjo de las artes sobre la realidad.
- Por último concluye el fragmento con una reflexión sobre la realidad, cerrándose con una aproximación escueta a la existencia de un ser supremo y creador.

2. La retórica del fragmento.
El fragmento recurre en muchos casos a símiles y presentaciones de mitologías griegas. A través de las palabras de Nietzsche se nos pone ante nuestros ojos una reflexión cuasi-mitológica, pero muy filosófica sobre las apariencias y la realidad circundante del mundo. El autor ha intentado referirse a palabras del griego y latín clásico, buscando la profundidad técnica típica de un período romántico. Pero por su parte no es solo la poesía, o lírica, que pueda provocar ese sentimiento romántico, sino que es más bien un recurso teórico de profundidad filosófica y retorno al mundo clásico.
El texto comienza con un plural mayestático que enlaza la unión entre el lector y el autor con una reflexión sobre lo apolíneo y lo dionisiaco. Es una forma retórica de conectar las ideas del autor con el recurrente lector, para que ambos comiencen la lectura de la mano.
El exordio es cuasi-poético pues parece unir al lector con la fantasía una mitología en la que la belleza, la música, la escultura y las apariencias, se entremezclan para dar imagen a una unión de sentimientos y razón de la realidad tratada. Nietzsche no nos presenta ya un argumento figurativo, sino que nos inserta en la lectura a través de una imagen que cautiva y hace al lector sentirse en una escena del teatro, o más al caso, de la ópera.
Una vez captada la atención del lector, se dispone a defender las ideas que a su parecer trae el comprender el desarrollo de las artes, lo que él denomina como estética. Ésta estética que está unida a lo apolíneo y dionisíaco como el hombre a su padre y a su madre. En el mundo griego hay una diferencia entre el origen y la meta del arte, ya que se dividen como de Apolo (escultura) o como de Dionisio (música). La tragedia sería la unión de ambas artes. El arte para el poeta debe de ser como el sueño para el hombre; ha de ser interpretado y vivido sin querer salir de él. Apolo es el resplandeciente que une las dos realidades: La propia realidad y el sueño. El arte es necesario para poder vivir. La apariencia del vivir.
Esta apariencia nos conduce al “Principium individuationis” por el cual el hombre se cree tranquilo a pesar del “oleaje de las tormentas” (Schopenhauer)
Lo dionisíaco, la música, embriaga hasta el punto de olvidarnos de nuestra subjetividad y nos conduce a un estado de narcóticos. Por eso la gente que no gusta de éste arte, aunque se crean sanos, estarán enfermos. El baile y la música liberan al hombre, lo hacen reconciliable con su propia naturaleza y vuela libre. De ahí que se pueda concluir el texto con la reflexión de un Dios que ve, el arte de su creación máxima, al hombre como una enorme muestra del arte dionisíaco.

3. Conclusiones: Sentido retórico del texto.

El texto presenta una reflexión muy interesante sobre las artes, y cómo estas liberan al hombre. Lo hacen humano y lo llevan a vivir de una manera más apacible su propia existencia. Principios inmanentes de la realidad son entrelazados con argumentos de sueños y mitologías. Es presentada la apariencia como base para la propia vida y a la vez como reflejo de lo que se es, o debería ser un individuo humano. La música y la escultura se fusionan para darle al hombre un carácter identitario y una personalidad de la realidad, le hacen vivir y ser-en-el-mundo. En definitiva podríamos afirmar que la para Nietzsche la tragedia hace libre a los hombres.

1 comentario:

  1. Leo actualmente esta obra. Me lleva tiempo, pues leo a la vez los diarios de Gide y la poesía de Cernuda. Tu comentario está muy bien, es esclarecedor.
    Entré en internet a buscar comentarios que me aclarasen algunas cosas, pues lo dionisíaco y lo apolíneo llegan a confundirse, o mejor a fundirse, y a menudo no sé si alaba a uno y detesta al otro o al revés. El caso es que esta obra me ha llevado a Schopenhauer y su "El mundo como voluntad y representación", quien a su vez me obliga a leer Platón y a Kant. He adquirido las obras completas de Platón a un precio interesante y varios libros de Kant, ya tenía cosas de ambos. De Platón leí varios diálogos pero a Kant lo desconozco.
    Me esperan largos meses de lectura y aprendizaje.
    La falsa de comentarios es indicativa de lo poco que interesa el pensamiento filosófico hoy en día.

    Salud.
    ERASMO

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