A lo largo del siguiente comentario se va a analizar un fragmento del
capítulo 1 de la obra de Friedrich Wilhelm Nietzsche, titulada El nacimiento de la tragedia en el espíritu
de la música.
El texto será estudiado desde los tres ámbitos clásicos del discurso
(Vertiente técnica, vertiente histórica y vertiente retórica) con una especial
mención a lo largo del presente comentario de la filosofía del texto y el
autor, así como de todo su contexto filosófico.
1. Análisis técnico del texto.
1. Orden general de la obra.
La
obra, El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la
música, se trata de un proyecto filosófico realizado por Nietzsche desde 1870, en
el que pretendía recopilar datos e informaciones de una investigación llevada a
cabo por el autor sobre la cultura y civilización griega clásica. Ésta obra
comenzó a gestarse en el ideario investigador de Nietzsche ya en el año 1869,
como consecuencia de su interés por el mundo griego.
De igual forma y como conjunto expositivo del presente fragmento, cabe
señalar que durante la elaboración de la obra que estamos analizando, surgen
otros textos como El Estado Griego, Sócrates y la Tragedia (correspondiendo
a los capítulos del 8 al 15 de la presente obra) y La visión dionisíaca
del mundo. También surgen El drama musical griego y de
nuevo Sócrates y la tragedia que serán conferencias el 18 de
enero y el 1 de febrero de 1870 en Basilea, respectivamente.
El nacimiento de la tragedia resulta de una primera redacción
realizada en febrero de 1871 y de una segunda en marzo de ese mismo año. Sin
embargo los últimos capítulos los realizará entre noviembre y diciembre. El
texto final se compone de una dedicatoria especial al compositor, y amigo del
autor, Richard Wagner y de 25 capítulos, y será publicada definitivamente en
diciembre de 1871, aunque en su primera cubierta figure ya el año de 1872. Se
publicará por primera vez en Leipzig por
el editor E. W. Fritzsch. Posteriormente volverá a preparar una segunda edición
en 1874 que se publicará en 1878 con otro editor, Ernst Schmeitzner.
Respecto a las consiguientes publicaciones
habría que indicar que en la edición de 1886 se agrega el Ensayo de
autocrítica, ensayo en el cual Nietzsche destaca el carácter prematuro y
frenético de su primer libro, así pues el subtítulo en esta edición es cambiado
por Helenismo y Pesimismo.
Finalmente,
teniendo en cuenta estas alteraciones editoriales de la obra inicial, nos
encontramos con que la obra en la actualidad se compone del siguiente índice:
Ø Ensayo de autocrítica
Ø Prólogo a Richard Wagner.
Ø Escritos preparatorios de El nacimiento de la tragedia,
que son:
·
«El drama musical griego»
·
«Sócrates y la tragedia»
·
«La visión dionisiaca del mundo».
2. El texto en la obra filosófica.
Una vez expuesto el motivo de su
composición y las diferentes ediciones y criterios de redacción de la obra en
su conjunto, pasamos a situar el presente fragmento. De ésta manera podemos
observar que el texto estudiado corresponde al primero de los 25 capítulos de
los que cuenta el escrito total. Estaría inverso en la redacción del escrito
preparatorio «El drama musical griego».
El texto seleccionado se encuentra
en su fragmentación casi completo, coincidente con el capítulo primero de la
obra. De igual manera que tendríamos que reseñar que se trata de una
presentación de la obra general, y se podría conectar con el resto de capítulos
como una especie de introducción general a lo que se vendrá a desarrollar a lo
largo del libro completo.
3. El establecimiento del fragmento. Las formas textuales
El texto se trata de una prosa
escrita de manera romántica en el que abundan las referencias a términos de la
mitología griega como Apolíneo o Dionisíaco. De igual manera que puede
observarse un cierto ritmo poético en la redacción, buscando una musicalidad y
una sonoridad al lector.
Recalcar de igual manera el uso de
palabras en otras lenguas como el latín pricipium individuationis, o el griego, Schinende. Dándole al
fragmento un toque más intelectual y a la vez buscando el clasicismo en la
obra.
4. Conclusiones: sentido técnico del fragmento
Cómo ya se ha explicitado a lo largo
del presente comentario, el fragmento
analizado es en definitiva un texto escrito de manera romántica y culta que
busca unirse con el espíritu de los autores griegos clásicos. Es una prosa pero
que conserva la musicalidad en muchos aspectos del verso, para poder introducir
al lector en el análisis de la tragedia griega.
2. Análisis histórico del texto.
1.
Datación del fragmento.
Éste fragmento supone el inicio de
la obra y fue escrito por el autor en primer lugar, como presentación de la
obra final. De igual manera y como se ha señalado en el análisis anterior, se
trata de una composición heredera de un escrito anterior llamado «El drama
musical griego», en el que Nietzsche presenta la unión entre el arte de Apolo y
el de Dionisio. Escrito que ya presentó en una conferencia en Basilea el 18 de enero
de 1870. Época en la que comienza la redacción del texto y coincide que conoce
al teólogo Franz
Overbeck, en cuyo amigo y vecino se convierte.
En abril es nombrado catedrático ordinario. Con ocasión de la guerra
franco-prusiana, Nietzsche pide el 8 de agosto una licencia a la universidad la
cual se la concede. Se enrola como enfermero, pero cae enfermo de difteria y
disentería. Por ello a principio del año siguiente, en 1871, en los meses de
enero y febrero llevará a cabo la primera redacción de El nacimiento
de la tragedia del espíritu de la música; el editor Engelmann de Leipzig la rechazará como no acta
para ser publicada. En octubre el manuscrito es aceptado por el editor de
Wagner, Fritzsch. El 29 de diciembre el libro está listo para la venta. En
enero de 1872 Nietzsche ha solicitado la cátedra de filosofía de Basilea que ha
quedado vacante recomendando a Rohde para suplantarlo en la de filología, lo
cual no es aceptado. Celebra su cumpleaños en Naumburg con sus amigos Krug,
Pinder, Gersdorft, Rohde y recibe la visita del joven filólogo U. von Wilamowitz.
2.
La intención del autor: el texto en el plan de la obra.
La intención de Nietzsche al
escribir este fragmento responde a un interés inusitado de poner de relieve
como la tragedia griega logra unir el arte escultórico (físico, material),
representado en el dios Apolo, y el arte musical (efímero), representado en el
dios Dionisio. De igual forma hace una apología de ambas disciplinas por
separado y halaga la importancia estética de unirlas. Ésta explicación le
servirá como cauce iniciativo al resto de capítulos, pues queda esbozado en el
presente fragmento, la totalidad de lo que en los venideros será desarrollado y
analizado por el autor. Nietzsche busca por tanto presentar su pensamiento
respecto a la tragedia griega y como ésta le sirve a él para poder analizar la
estética, tema central en el escrito.
3.
Los destinatarios del texto.
El texto va dirigido a todo lector
que quiera, de una manera culta e intelectual, acercarse al concepto clásico de
tragedia, que al parecer de Nietzsche difiere del concepto contemporáneo de la
misma. De igual modo es una alabanza a la música de Richard Wagner, al que le
dedica la obra, influenciado de la filosofía de Schopenhauer. Por lo que podría
indicarse que los destinatarios del texto serían una clase media-alta, burguesa
y academicista, amantes de los clásicos griegos, influenciados por una
filosofía de Schopenhauer y gustosos de la música wagneriana. Es un escrito
para un público muy selecto en la época.
4. Conclusiones: sentido histórico
del fragmento.
En definitiva, si analizamos
históricamente que supuso éste fragmento y por ende la obra completa desde una
visión histórica observamos que fue la primera obra de escrita de Nietzsche,
sirviendo como base al pensamiento que iría desarrollando en los años venideros.
Por lo tanto, me atrevería a catalogar este fragmento como algo pionero, y el
primer intento del autor de realizar un análisis sobre la estética, de una
manera filosófica.
3. Análisis retórica del texto.
1. La disposición del fragmento.
El fragmento se divide en 5 partes
diferenciadas, en las que el autor va desarrollando las ideas puestas de
relieve:
- En primer lugar comienza hablando
de las artes y los dos tipos que existen. Presentando las divisiones entre lo
que considera Apolíneo y Dionisíaco.
- En un segundo momento presenta una
de las claves del arte que es la apariencia de lo que representa, y como ésta
afecta a nuestra percepción de la realidad observada.
- Después habla de la representación
del mundo que se ve a través del arte, haciendo referencia al punto anterior,
que nos traslada a una analogía o falsa apariencia de la realidad.
- Para pasar a la ruptura del
“principium individuationis” y las consecuencias que conlleva para la realidad
del hombre. Ésta ruptura es gracias al influjo de las artes sobre la realidad.
- Por último concluye el fragmento
con una reflexión sobre la realidad, cerrándose con una aproximación escueta a
la existencia de un ser supremo y creador.
2. La retórica del fragmento.
El fragmento recurre en muchos casos
a símiles y presentaciones de mitologías griegas. A través de las palabras de Nietzsche
se nos pone ante nuestros ojos una reflexión cuasi-mitológica, pero muy
filosófica sobre las apariencias y la realidad circundante del mundo. El autor
ha intentado referirse a palabras del griego y latín clásico, buscando la
profundidad técnica típica de un período romántico. Pero por su parte no es
solo la poesía, o lírica, que pueda provocar ese sentimiento romántico, sino
que es más bien un recurso teórico de profundidad filosófica y retorno al mundo
clásico.
El texto comienza con un plural
mayestático que enlaza la unión entre el lector y el autor con una reflexión
sobre lo apolíneo y lo dionisiaco. Es una forma retórica de conectar las ideas
del autor con el recurrente lector, para que ambos comiencen la lectura de la
mano.
El exordio es cuasi-poético pues
parece unir al lector con la fantasía una mitología en la que la belleza, la
música, la escultura y las apariencias, se entremezclan para dar imagen a una
unión de sentimientos y razón de la realidad tratada. Nietzsche no nos presenta
ya un argumento figurativo, sino que nos inserta en la lectura a través de una
imagen que cautiva y hace al lector sentirse en una escena del teatro, o más al
caso, de la ópera.
Una vez captada la atención del
lector, se dispone a defender las ideas que a su parecer trae el comprender el
desarrollo de las artes, lo que él denomina como estética. Ésta estética que
está unida a lo apolíneo y dionisíaco como el hombre a su padre y a su madre. En
el mundo griego hay una diferencia entre el origen y la meta del arte, ya que
se dividen como de Apolo (escultura) o como de Dionisio (música). La tragedia
sería la unión de ambas artes. El arte para el poeta debe de ser como el sueño
para el hombre; ha de ser interpretado y vivido sin querer salir de él. Apolo
es el resplandeciente que une las dos realidades: La propia realidad y el
sueño. El arte es necesario para poder vivir. La apariencia del vivir.
Esta apariencia nos conduce al
“Principium individuationis” por el cual el hombre se cree tranquilo a pesar
del “oleaje de las tormentas” (Schopenhauer)
Lo dionisíaco, la música, embriaga
hasta el punto de olvidarnos de nuestra subjetividad y nos conduce a un estado
de narcóticos. Por eso la gente que no gusta de éste arte, aunque se crean
sanos, estarán enfermos. El baile y la música liberan al hombre, lo hacen
reconciliable con su propia naturaleza y vuela libre. De ahí que se pueda
concluir el texto con la reflexión de un Dios que ve, el arte de su creación
máxima, al hombre como una enorme muestra del arte dionisíaco.
3. Conclusiones: Sentido retórico
del texto.
El texto presenta una reflexión muy
interesante sobre las artes, y cómo estas liberan al hombre. Lo hacen humano y
lo llevan a vivir de una manera más apacible su propia existencia. Principios
inmanentes de la realidad son entrelazados con argumentos de sueños y
mitologías. Es presentada la apariencia como base para la propia vida y a la
vez como reflejo de lo que se es, o debería ser un individuo humano. La música
y la escultura se fusionan para darle al hombre un carácter identitario y una
personalidad de la realidad, le hacen vivir y ser-en-el-mundo. En definitiva
podríamos afirmar que la para Nietzsche la tragedia hace libre a los hombres.
Leo actualmente esta obra. Me lleva tiempo, pues leo a la vez los diarios de Gide y la poesía de Cernuda. Tu comentario está muy bien, es esclarecedor.
ResponderEliminarEntré en internet a buscar comentarios que me aclarasen algunas cosas, pues lo dionisíaco y lo apolíneo llegan a confundirse, o mejor a fundirse, y a menudo no sé si alaba a uno y detesta al otro o al revés. El caso es que esta obra me ha llevado a Schopenhauer y su "El mundo como voluntad y representación", quien a su vez me obliga a leer Platón y a Kant. He adquirido las obras completas de Platón a un precio interesante y varios libros de Kant, ya tenía cosas de ambos. De Platón leí varios diálogos pero a Kant lo desconozco.
Me esperan largos meses de lectura y aprendizaje.
La falsa de comentarios es indicativa de lo poco que interesa el pensamiento filosófico hoy en día.
Salud.
ERASMO