martes, 28 de octubre de 2014

Comentario a la "suma de la lógica" de Ockham

   La suma de la Lógica es el título de la obra, dentro de la cual se encuentra éste fragmento, en el capítulo 15 de la primera parte, de Guillermo de Ockham. Éste texto fue escrito entre 1324 y 1328, años en los que, aunque no está del todo demostrada la situación, que tradicionalmente se ha tenido como válida, fue llamado a Aviñón por el Papa y acusado de herejía, lo cual le supuso cuatro años de arresto domiciliario. Cosa que no está del todo demostrado pues se cree que lo que fue llamado al orden por el Papa sin que existiera condena alguna sobre su pensamiento. De igual modo el texto fue escrito en Aviñón en una época en la que el autor llegó a estar excolmulgado y huyó con el sello de la Orden franciscana, a la que pertenecía como fraile.
   En éste fragmento de texto, Guillermo de Ockham intenta, a través de la lógica proposicional, dar una explicación de porqué el universal no es una sustancia fuera del alma. Para lo cual él sigue un recorrido filosófico a través de premisas para alcanzar la conclusión esperada.
   De ésta manera nos esboza en un primer momento la idea de que ningún universal es singular, no puede darse en un singular numérico. Ya que si un universal fuera numéricamente singular, un uno, una persona singular (Sócrates) sería universal. Por tanto las personas no son universales sino particulares. No puede demostrarse que Sócrates sea en más de uno, por tanto concluye que toda sustancia es una numéricamente y singular.

   Por tanto, nos presenta un dualismo numérico cuantitativo. Si una cosa universal es muchas particulares, no existe el principio numérico uno en ese universal, sino muchos particulares; y si es muchas cosas universales caeríamos en un infinito de casos que no permitiría la especificación en último término de poder afirmar a ciencia cierta que es lo universal y no varias especificación de un mismo particular. que estaría dividiéndose en una enorme cantidad de universales que serían particulares elevados a tal catalogación análoga. Conduciendo a la infinitud de casos, lo cual nos lleva a poder afirmar que ninguna sustancia es universal ya que lo que tenemos es sustancias singulares que podemos definir como universales, sin serlo.

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