miércoles, 22 de junio de 2011

Aborto y religión

El tema de la religión es fundamental para tener una base ético-moral dónde apoyar una teoría básica sobre el aborto. En el mundo, la fuerza de la religión impulsa en sus decisiones a muchas personas y es un valor a tener en cuenta para conocer las posibilidades a las que optarían muchas personas criadas en el seno de una religión u otra.

Pero al tratar el tema del aborto hay que ser muy consciente de que las mujeres que tengan una fundamentación religiosa de sus vidas, contarán con una barrera moral a la hora de decidir sobre abortar o no. Es un tema que en general todos los directores espirituales y encargados de administrar los libros sagrados de cualquier religión parecen poner de manifiesto su rechazo a la práctica de abortos, pero claro la religión es muy extensa y existen motivos y justificaciones que parecen no castigar del todo al aborto. Estas polarizaciones en el tema religioso, nos va a servir para arrojar luz sobre ciertos movimientos que se hayan enfrascados dentro de lo que podría ser la corriente única de pensamiento que los órdenes clericales de cada religión obvian a la hora de crear la idea del rechazo mutuo y total al aborto en cada movimiento religioso.

Muchas mujeres viven en países donde los líderes religiosos aúnan sus criterios morales para convencerlas de que el aborto está mal visto a los ojos de Dios. Esto conlleva a que la decisión de esas mujeres cuente con un freno ideológico que no les permite practicar un aborto, y algunas esa decisión las amarra para el resto de sus vidas. Además el papel de la religión es fundamental para crear legislaciones en el mundo y casi toda religión influencia de una manera u otra a la hora de escribirse los códigos legislativos. Es el caso por ejemplo del cristianismo en muchos países de Sudamérica o del Islam en los países árabes, como ejemplos, pero existen muchos más. Siempre se tiene en la conciencia colectiva la idea de que las religiones solo aportan restricciones en el tema abortivo-legislativo en el mundo, pero en la realidad lo que existe es una reprobación sobre el derecho a decidir de las mujeres por parte de las jerarquías eclesiásticas de todas las religiones, en definitiva de los que interpretan las escrituras.

Aunque no siempre se está al cien por cien en contra de la decisión de la mujer en materia reproductiva, como los representantes religiosos hacen saber en sus diferentes confesiones. De hecho en la Conferencia Internacional sobre Población y desarrollo (CIPD) de 1994, celebrada en el Cairo, así como en la cuarta Conferencia sobre la mujer, celebrada en Beijing, en el año 1995 las coaliciones religiosas internacionales se unieron para presentar una serie de recomendaciones que respaldaban y apoyaban la decisión de la mujer en materia de decisión propia.
Para continuar con el análisis de las divergencias existentes en cada una de las religiones del mundo, y de la influencia de estas a la hora de legislar los Estados en materias de decisiones personales como puede ser el aborto, se ha escogido tan solo 5 religiones del mundo, ya que es imposible englobarlas todas por la enorme cantidad de las mismas, se ha decidido nombrar y comentar las 5 religiones mayoritarias lo que conlleva una apertura a pensar que en el resto de religiones más minoritarias las diferencias no deben de ser muy dispares a las de estas.
Las religiones que se han cogido como representativas del mundo son las que mayor cantidad de fieles o seguidores profesan en la actualidad: Cristianismo (995, 8 millones de fieles), Islam (1.200 millones de fieles), Hinduismo (900 millones de fieles), Budismo (entre 1691 millones y 230 millones de fieles) y el judaísmo (13.300.000 seguidores). Al ser las más representativas nos sirve como muestra a nivel mundial de lo que puede ser las diferentes religiones y el papel de la decisión de la mujer en el tema del aborto.

1. Cristianismo:
En primer lugar recalcar la diferencia existente dentro de las numerosas corrientes que existen dentro del cristianismo. Aunque en la mayoría de los casos cuando se habla del cristianismo se resume en dos corrientes protestantes y católicos. Por ello cabe reseñar que todas las corrientes no piensan lo mismo aunque sus comienzos sean parejos. De esta forma las opiniones que se generan en el Vaticano, no tienen porque corresponder con las generadas en las iglesias locales protestantes, que además difieren entre sí, ni con la de los ortodoxos en la iglesia oriental.
El cristianismo al ser una religión rica en corrientes internas, también lo es en la resolución de temas como el del aborto. Pero vamos a comenzar estructurando el análisis con la corriente principal de pensamiento dentro del cristianismo, el catolicismo:

Hasta el pontífice Pío IX (1846-1878 ), sus antecesores no se preocuparon del tema del aborto, es decir, entre la serie de pecados y castigos divinos, el aborto estaba clasificado como uno de los menores, sin grandes consecuencias para el alma. Sin embargo el Papa Pío IX, publica la encíclica Apostólica Sedis en la cual se penaliza el aborto, ante cualquier circunstancia, con la excomunión. Posteriormente el Papa Pío XI (1922-1939) en 1930, dirá que la vida de la madre y del feto son igual de importantes y por tanto nadie tiene la autoridad para destruirlas. Su sucesor Pío XII (1939-1958), continuó esta afirmación con la creación de normas que poco a poco fueran debilitando la rigidez de la Iglesia en el asunto del aborto. Sin embargo, el adelanto que parece ser estaba tomando la opinión de la mujer sobre su cuerpo, se vuelve a ver debilitada frente a la vida del feto, cuando el Beato Juan XXIII (1958-1963) diga: “La vida humana es sagrada desde su origen”. Afirmación que continuaría Pablo XI (1963-1978).

Desde ese momento los Papas han dejado su huella en la penalización del aborto y han luchado para que en los países en los que el catolicismo es mayoritario se legisle para penalizar el aborto, característico es por tanto a este respecto las palabras de su santidad Benedicto XVI (2005-actualidad) al decir: “Es necesario ayudar a tomar conciencia del mal intrínseco del crimen del aborto que, al atentar contra la vida humana en su inicio, es también una agresión contra la sociedad misma. Los políticos y legisladores, como servidores del bien social, tienen el deber de defender el derecho fundamental a la vida, fruto del amor de Dios ”.
Como vemos el orden eclesiástico de la Iglesia condena de manera pujante el aborto y además muchos de sus fieles lo condenan, creando incluso grupos de presión para intentar trasladar la opinión de la iglesia a los códigos legales de sus países, especial mención a la asociación “pro-vida” que cuenta con una gran cantidad de católicos entre sus líderes. Sin embargo también existen corrientes de pensamiento dentro de los católicos que aceptan el aborto siempre y cuando se produzca dentro del primer trimestre de gestación. Éstos se apoyan en la idea de Santo Tomás de Aquino que afirma que el alma no entra en el cuerpo en la concepción misma, sino entre los 40 y 80 días posteriores a la misma.

En general, la mayoría de las confesiones cristianas que tienen una posición pro-vida, permiten el aborto cuando la vida de la madre corre riesgo. Sin embargo cabe señalar que existen una serie de corrientes inflexibles con el tema de la vida dentro del cristianismo, que conciben la transmisión del alma en el momento mismo de la concepción, y que por tanto no permiten el aborto bajo ninguna circunstancia, estos son: los evangélicos, los luteranos y los mormones. Para estos grupos el fin es acabar con las leyes que despenalizan el aborto.

Otros grupos se han decantado abiertamente por una posición pro-elección, en contraposición con la corriente pro-vida, y públicamente han considerado que el momento en el que la vida humana adquiere el alma es un tema no establecido y que por tanto es decisión de la familia elegir si quiere que el embarazo se desarrolle o no. Estos movimientos son la Unidad de Cristo, los metodistas, los episcopales y los presbiteranos. Estos grupos además creen que la decisión personal de la mujer debe valerse de unos criterios morales y éticos que ella misma quiera acoger y nunca de decisiones externas a la propia libertad personal de la mujer. Además luchan por despenalizar el aborto ya que consideran que el bienestar de la mujer es prioritario al bienestar del niño. El despenalizar el aborto sería positivo para la salud de las madres. Aunque, lógicamente, sostienen que el aborto debe ser utilizado ante circunstancias especiales y nunca como método de planificación familiar.
Pero existe en el seno del cristianismo una solución a la posición de los pro-vidas y los pro-elección, que sería acogerse a la corriente del “probabilismo”, el cual se desarrolla teóricamente desde el Siglo XIX. Esta doctrina se basa en la idea de los teólogos de que “Ubi dibidumm ibi libertat” (Donde hay dudas hay libertad) y por tanto la decisión última sobre los temas que no están claros recaerían en la conciencia individual de la persona. En este caso una persona puede discernir del pensamiento de la Iglesia si existiera al respecto “una probabilidad firme”. Esta idea permite un desacuerdo privado con la Iglesia y apoya la conciencia individual.
Por último concluir el análisis católico diciendo que como se señaló al principio, se debe diferenciar la opinión de la jerarquía eclesiástica y de los fieles comunes. Esta divergencia de opinión se observa por ejemplo en la encuesta realizada en Bolívia por Aída Camacho, para su libro “Aborto impune”, en la cual se observa que el 42% de los católicos está en contra de lo que opina la jerarquía de la Iglesia en referencia al aborto.

2. El Islam:
El tema del Islam tiene muchas connotaciones que nos asemeja en su forma de tratar el aborto al cristianismo. En primer lugar su base teológica también pasa por averiguar o afirmar en que momento se transfiere el alma al cuerpo del feto. Pero al igual que en el cristianismo, nadie puede ni afirmarlo ni extraerlo en conclusión de ningún texto sagrado. Sin embargo la mayoría de las corrientes islamistas permiten excepciones, al igual que casi todas las religiones, ante los casos de riesgo para la vida de la madre o del lactante y ante posibles malformaciones del feto.
Además es reseñable el importante avance en materia de libertad de elección que se produjo en el Islam cuando el gran Jeque de Al-Azhar , manifestó su apoyo a una fatwa que permite el aborto en caso de violaciones.
En Irán, país en el que está prohibido el aborto en cualquier situación, un clérigo Chiita dictó una fatwa que permite el aborto en el primer trimestre de gestación siempre que se alegue riesgo para la salud de la madre o malformaciones en el feto. Esta declaración se une a su vez a otra fatwa emitida por el líder supremo de Irán que favoreció el aborto a los fetos menores de 10 semanas de gestación siempre que se diagnosticara talasemia .

Otros países islámicos como Túnez o Turquía han adoptado posiciones permisivas frente al aborto con el fin de proteger la salud de las madres. Bangladesh por su parte permite la regulación de la menstruación durante las primeras ocho semanas de embarazo. En cambio otros países musulmanes en los que el aborto es severamente perseguido y penalizado se demuestra que la realidad social es bien diferente, ya que se realizan abortos sin que el Estado sea consciente de ellos, el mejor ejemplo de este tipo sería Indonesia, dónde el aborto es completamente ilegal, exceptuando por salud de la madre, y los datos arrojan que en este país se producen al año dos millones de abortos.

En cuanto a la teología musulmana señalar en primer lugar que el aborto es un tema que no se trata en el Corán de manera implícita, sin embargo si se menciona en algunas escrituras que Mahoma promueve algunos métodos de planificación familiar como es el caso del Coitus interruptus, siempre que este sea de común acuerdo entre los progenitores. En cuanto a la opinión de los teólogos, cabe señalar que al no existir una autoridad máxima como un papado, por ejemplo, lo que se acepta es la opinión de los estudiosos de las escrituras en cada lugar. Pero más o menos se puede unificar el criterio de que todos están de acuerdo en que se podría realizar el aborto antes de que el alma entrara en unión con el feto, lo que varía en cada lugar es el momento en que se considera que esto ocurre, sería una fecha variable entre los 40, 80 y 120 días desde la concepción.

Por último señalar que en el Islam existen dos escuelas jurídicas que tratan el tema del aborto de manera contrapuntística: La escuela Hanafi, que permite el aborto libre en los cuatro primeros meses de gestación, siendo esta decisión única de la mujer, incluso si el marido se opone a la misma; y la escuela Maliki, que prohíbe completamente el aborto en todo caso y circunstancia ya que conciben que aunque el alma no haya llegado al feto, su condición natural desde que el semen se eyacula en el útero femenino es el de engendrar una vida con alma, que se irá formando.
Existen también una tercera escuela intermedia, la hanbalí, que permite el aborto en los primeros 4º días de gestación pero que lo prohíbe terminantemente después. El resto de escuelas bien sean Chiíes o suníes aceptan con ciertas criticas la teoría de la escuela Hanafi. De las cinco categorías con las que en el Islam se clasifican los actos musulmanes el aborto se considera una acción entre tolerable u opcional ya que en el Islam se defiende la vida y se ve el aborto como un recurso último de planificación familiar.

3. El Judaísmo:
Revisando las leyes hebraicas se sonsaca que en general el bienestar de la mujer es un factor central en la ley y en la tradición judía también se repite este hábito. Autoridades rabínicas históricamente han permitido el aborto basándolo en el bienestar físico y mental de la mujer. Además en el credo judío se ve el aborto como un deber cuando la vida de la mujer se ve en peligro.

El ejemplo de Israel, como único país judío del mundo, es que el aborto se permite por varias causas y es punible solo en ciertas circunstancias. Se permite el aborto en el país cuando el embarazo amenaza la salud de la madre física o mental, cuando la mujer es menor a los 17 años o mayor de 40, en el caso de que el embarazo resulte de un acto criminal como la violación, cuando ha sido por medio de incesto o de relaciones extramatrimoniales o si hay malformaciones para el feto.

Señalar también que en Estados Unidos de Norteamérica donde las comunidades judías son muy numerosas, cuatro de estas , cabe señalar que no ortodoxas, han manifestado públicamente su rechazo a las leyes gubernamentales de restricción del aborto, incluso algunos líderes ortodoxos también se han posicionado en esta postura.
Teológicamente el judaísmo es proclive a la santidad del feto, por ello no permite el aborto por solicitud sin justificación, sin embargo al no considerarse el feto como persona autónoma se puede recurrir al aborto en varias circunstancias. La Mishná admite el aborto explícitamente si hay riesgo para la madre (Ohalot 7:6).
El judaísmo más ortodoxo no admite más causa de aborto que el riesgo para la madre; mientras que el judaísmo conservador considera también la posibilidad de graves riesgos para la salud física o mental, cuando el feto es inviable o puede causarse defectos, siempre que sea según opinión médica experta.

4.El Hinduísmo:
En el Hinduismo se podría afirmar que en el concepto Dharma, ley natural, no cabría una concepción absoluta del aborto, ya que el Dharma es variable y no constante y siempre esta sometido al cambio. Cuando una mujer se plantea la decisión del aborto, el Dharma se encarga de regirle la conciencia según la situación personal y el momento que vive.

Para el Hinduísmo la vida del feto no es superior a la de la madre, ni viceversa, ambos son importantes pero ninguno impera sobre otro. Existen antiguos textos hindúes donde se aprecian prácticas de abortos, incluso en tratados médicos, en casos de lesión o muerte de la madre y de malformaciones del feto deonde las posibilidades de un parto normal fueran mínimas.

Cabe destacar que en Nepal, único país hinduista reconocido como tal en el mundo, el aborto se legalizó en el año 2002. Con esta medida se buscaba acabar con la enorme tasa de mortalidad en mujeres embarazadas y de los problemas ocasionados por los partos de riesgo. En Nepal, gracias a la nueva ley, se permite el aborto hasta en 12 semanas de gestación; Siempre que se aleguen casos de violación o incesto se puede alargar la gestación a las 18 semanas; y en casos de riesgos de salud física y mental para la madre, así como malformaciones del feto se puede abortar en cualquier momento. En la India con una alta población hindú cabe señalar que el aborto está legalizado con pocas restricciones desde 1971, y ni entonces ni ahora la comunidad hindú se ha pronunciado en contra de estas medidas.

En cuanto a la teología hindú cabe señalar que el aborto está considerado como una mala acción que daña el Karma y que causa rotura en el cosmos, lo cual no contenta al dios creador o Bhrama. Además en los textos antiguos hindúes, llamados Vedas, se observa una defensa de la vida y un rechazo a cualquier tipo de violencia.
Aunque para ellos el alma se concibe desde el cigoto, ya que la compleja forma de la reencarnación así lo realiza, también son conscientes de la enorme problemática que acarrea la población y de los riesgos del embarazo, por ello consideran el aborto como una manera eficaz de planificación familiar, que no altera el orden ya que por la reencarnación, los fetos, podrán optar a la forma humana en otro momento.
Además algunos textos antiguos de medicina hinduista (ayurveda) recomiendan defender la vida de la madre frente la del feto, porque al estar ya en el mundo es mejor preservar una vida ya formada que una que no otorga seguridad alguna de continuidad.
Po último señalar que aunque los textos sagrados, los vedas y los purana, rechazan el aborto, la sociedad hindú, entiende que las políticas de casta, la pobreza y el subdesarrollo hacen necesario que compensen la planificación familiar de manera que predomine la vida de la madre frente a la del narciturus.

5.El Budismo:
En el budismo cabe reseñar que es una religión muy dispersa de la que existen muchas corrientes cada una de ellas diferenciada de la otra en muchos preceptos. Pero los teóricos del budismo comentan que en general el budismo apoya la decisión de la madre de abortar o no. Por ejemplo la doctrina budista tailandesa del Kamma enfatiza que la decisión que tome el individuo en cada caso de estar justificado dice en su favor más que el posterior acto resultante de la acción realizada. De este modo se nos ilustra que interrumpir un embarazo a causa de la salud de la madre o por violación, no sería un acto inmoral, al contrario se estaría siendo moral y coherente con el respeto a la vida humana representada en la mujer.

La relajación del budismo frente al aborto se ve reflejada en la legislación de países como Camboya o Tailandia dónde es la religión oficial. Camboya le otorga a la mujer la posibilidad de abortar durante las primeras 14 semanas de embarazo sin necesidad de justificar el motivo del mismo; y en Tailandia se permite el aborto a la mujer que justifique violación o que pudiera sufrir riesgos para ella o el feto. En Japón, país mayoritariamente budista el aborto está permitido jurídicamente y socialmente no cuenta con reprobación.

Teológicamente para el budismo no existe un alma o sustancia divina en el hombre que sea necesaria mantener o proteger por lo tanto en un principio no debería de existir imposibilidad con el aborto, aunque si contempla una evolución en las habilidades y capacidades del feto, lo que los lleva a crear una graduación para controlar según la comunidad las etapas del embarazo y por tanto de la interrupción del mismo.
El budismo en sí mismo no condena de alguna forma el aborto, aunque sí señala los problemas físicos y psicológicos que para la madre puede causar. Por lo tanto no sería tanto una visión apocalíptica de castigo como una visión práctica y de realidad. Además en el caso de producirse el aborto, existe en el budismo una ceremonia llamada Mizuko Kuyo, en el cual se ayuda psicológicamente a la mujer que lo solicitase tras sufrir un aborto inducido.
Lo único que los budistas piden a las que decidiesen practicar el aborto es que realizasen obligatoriamente un examen de conciencia en el que valoren todas las situaciones personales y extra-personales para que el aborto se lleve adelante. Si todo se medita, para el budismo un aborto sería una situación desfavorecida pero que no acarearía mayor gravedad que otras acciones de la vida cotidiana. Cabe reseñar que mientras que el budismo señala los enormes males que conlleva asesinar a un perro, un elefante o un caballo adulto, de un aborto de 5 a 6 semanas no dice nada, por lo que se debe presuponer que es más grave la primera situación que la segunda. Aún así hay que repetir que para el budismo hay que meditar las acciones de esta forma no se incurrirá en males sino en bienestar para todos. No hay prohibiciones solo acciones que te llevaran a un bienestar mejor que otras acciones.

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